Nos remontamos hoy a la temporada 1989/1990, tan de moda en la actualidad por el récord de goles en una sola temporada conseguido por el Real Madrid que puede caer hoy mismo. El Mallorca, tras haber superado al R.C.D. Español en la promoción de ascenso, afrontaba su novena temporada en la élite del fútbol español. El portero Ezaki Badou, el central Zoran Vulic y el centrocampista Miguel Ángel Nadal conformaban un esqueleto central (tal y como le gusta decir a Luis Aragonés) casi perfecto, al que solo le faltaba una referencia delante que no consiguieron ser en toda la temporada ni Claudio ni Álvaro ni Guillermo ni Stojadinovic ni muchísimo menos el búlgaro Kurdov.
La jornada 4, el domingo 24 de septiembre de 1989, deparaba ya el primer partido contra el todopoderoso (como siempre) Real Madrid. El Mallorca de Serra Ferrer se presentaba al partido con la duda de un renqueante Álvaro Cervera que había sufrido un golpe en el tobillo en el partido del miércoles anterior de Copa del Rey frente al Real Betis. La convocatoria la componían los siguientes dieciséis jugadores: Albistegui, Álvaro, Claudio, Covelo, Calderón, Ezaki, Fradera, García Cortés, Nadal, Parra, Pedraza, Sala, Serer, Stojadinovic, Vidal y Vulic. La sorpresa era la presencia de Alberto Albistegui tras haber superado una gravísima lesión de rodilla que hacía que Guillermo se cayera de la lista por decisión técnica. Como se ve entraba un defensa y salía un delantero, algo muy típico durante toda la temporada 1989/1990 en la que conseguimos ser la mejor defensa de Primera División. El partido había sido señalado como "día del club" y las entradas iban de las 2.000 pesetas en los fondos hasta las 7.500 pesetas de tribuna cubierta, lo cual hacía que se esperara una recaudación cercana a los 70 millones de pesetas. Serra Ferrer era cauto antes del encuentro y tenía el mismo discurso que hoy en día podría ofrecer cualquier entrenador de Primera al enfrentarse a los merengues (sobre todo en lo de poner nervioso al Madrid): "Para mí lo más importante es conseguir puntuar. Debernos de tratar de mantener la dignidad como buenos profesionales e intentar poner nervioso al Real Madrid. Si además tenemos un poco de suerte pues a lo mejor ganamos ,sino no pasa nada". El Madrid llegaba lanzado tras su victoria 6-2 frente al Valencia y con la noticia de la próxima renovación de Chendo hasta 1993. Toshack no se fiaba del Mallorca porque "en el principio de temporada los equipos recién ascendidos salen a morder más que nunca".
Serra Ferrer alineó de entrada a Ezaki, Sala, Vulic, Fradera, García Cortés, Nadal, Parra, Pedraza, Calderón, Stojadinovic y Álvaro. Solo hizo un cambio, en el minuto 85 Claudio suplió a Stojadinovic. Toshack puso a Buyo, Chendo, Hierro, Schuster, Ruggeri, Gordillo, Míchel, Sanchís, Martín Vázquez, Butragueño y Hugo Sánchez. En el 53 Losada entró por Butragueño y en el 71 Paco Llorente por Martin Vázquez. Pitó el guipuzcoano Urío Velázquez, que estuvo muy condescendiente con los merengues, lo que le costó más de una bronca por parte del respetable que abarrotaba el Lluís Sitjar en la mejor entrada de su historia. Antes de iniciarse el partido Pep Bonet recibió la insignia de oro y brillantes del Mallorca. Las crónicas del partido hablan de un Madrid al que le afectó el cambio horario que había tenido lugar esa noche, de un Mallorca fuertemente pertrechado atrás dejando a Stoja y a Alvaro abandonados a su suerte en la delantera, de dos disparos a la madera de Fernando Hierro y Ruggeri, de un marcaje impecable de Fradera a Hugo Sánchez, de un terreno de juego en muy malas condiciones (para variar) y de un despeje que Vulic envió directamente fuera del estado a la Riera por la tribuna de sol. Los entrenadores lo veían según su prisma, Toshack hablaba del campo: "es difícil hacerlo bien porque tiene una gran cantidad de hoyos" y creía que habían merecido la victoria ya que "hemos tenido mala suerte en un par de remates que se han ido a estrellar en los postes". Serra Ferrer, por su parte, consideraba que "una derrota del Mallorca hubiera sido muy injusta porque todos mis jugadores han trabajado como nunca". Total, que las ruedas de prensa son tan aburridas y predecibles ahora como antes. Por cierto que Serra Ferrer, en un gesto que le honra y que no se conoció hasta después del partido, había donado esa semana las 100.000 pesetas de prima que le tocaban por haber derrotado al Castellón en Castalia en la jornada anterior a los afectados por las inundaciones acaecidas en Mallorca hacía unas semanas.
El partido de la segunda vuelta ya lo expliqué en este post, así que no voy a extenderme mucho en él. Solo decir que el Mallorca y el Logroñés fueron lo únicos equipos que no perdieron esa temporada en el Bernabéu.
Así pues, el Real Madrid de los 107 goles tan solo consiguió perforar en una ocasión la meta de Ezaki Badou y ni siquiera fue de jugada, fue un tiro libre directo ejecutado por Fernando Hierro.
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