Ismael Urtubi Aróstegui, centrocampista nacido en Barakaldo el 24 de mayo de 1961 debutó con el primer equipo del Athletic el 2 de noviembre de 1980.
El escenario elegido para su debut fue el estadio de El Molinón de Gijón. Afrontó los dos
últimos minutos ante el Sporting
después de sustituir a Sola. Iñaki Sáez
le daba la alternativa a un joven de 19
años con zurda brillante y fuerza
desbordante. “Parecía otro mundo”,
rememoraba Urtubi años después. Su estreno como cachorro, en el Bilbao Athletic se había producido a la precoz edad de 16 años.
El Mallorca de la temporada 1981/1982 jugaba en Segunda División después de haber superado sus años de infierno en Tercera. De la mano del tándem Contestí-Oviedo el Mallorca volvía a asomarse al fútbol que cuenta, al fútbol de verdad. Y no se iban a regatear esfuerzos para conseguir devolver al club bermellón lo más pronto posible a la Primera División. A los fichajes estrella de Kustudic, Peles (luego sustituido por Barrera) o Tirapu, se les unieron otros jugadores que llegaron cedidos desde sus respectivos clubes, casos de Planelles (ValI d’Uxó), Almenara (Algeciras), Herrero y Ruisánchez (Rácing de Santander) y un imberbe Ismael Urtubi del Athletic Club de Bilbao. Al parecer fue el vicepresidente del Mallorca, Antonio Caldentey el que gestionó la cesión del jugador vizcaíno que debía cumplir el servicio militar obligatorio en la isla. En esa época las obligaciones militares aún eran muy importantes, casi más que ser futbolista profesional; hasta el punto que Planelles y Urtubi se perdieron la presentación del equipo ante 6.000 espectadores por sus obligaciones hacia la patria. Su primer partido con el Mallorca fue el 30 de julio de 1981 en Olot, en un partido del stage que el club decano realizaba en dicha localidad gerundense. El resultado fue de empate a dos. Su debut frente a la parroquia mallorquinista se produjo en el Trofeo Ciudad de Palma, en un histórico partido frente al todopoderoso Valencia que se saldó con una increíble victoria del Mallorca por 4-2 y que desató la euforia entre la parroquia local.
Urtubi fue titular en el debut liguero frente al Alavés, saldado con una aplastante victoria por 4-1 y tuvo bastante protagonismo en las cinco primeras jornadas, que finalizaron con tres victorias locales y dos derrotas visitantes (muy del estilo Manzano). No volvió a contar para Antonio Oviedo. En realidad no volvió a jugar hasta la jornada 17, con Juancho Forneris en el banquillo de forma interina, el 27 de diciembre de 1981. Un partido de negro recuerdo ya que el Mallorca cayó goleado por el Celta de Vigo por 4-0. La llegada de Lucien Müller no arregló la situación de Urtubi, antes al contrario. Y aunque Iñaki Sáez no se cansaba de llamar al francés y decirle que estaba "desaprovechando al que será el diez indiscutible del Athletic y de la Selección", la situación no variaba. Resulta curiosa la anécdota que relataba años después sobre lo sucedido en esas fechas: “Estando en el cuartel, desapareció un cetme y nos tuvieron a un compañero (Planelles) y a mí diez días encerrados. Habían cesado al entrenador del Mallorca y vino Lucien Müller. Resulta que al reincorporarnos al trabajo nos pregunta '¿quiénes sois vosotros?' La verdad es que contó poco con nosotros y preferimos irnos al Margaritense”. A falta de doce jornadas para finalizar el campeonato abandonó el Mallorca para enrolarse en el Margaritense de la Tercera División. La verdad es que sus prestaciones en el Mallorca nunca estuvieron a la altura de sus capacidades, únicamente participó en 7 partidos, 433 minutos y ningún gol. Quizá culpa del servicio militar. Jugando en el Margaritense recibió la visita de Javier Clemente, quien le dijo que contaba con él para su proyecto de futuro en el Athletic.
Y así fue. El destino le tenía preparadas muchas sorpresas a Ismael Urtubi, hasta convertirlo en un
efectivo de la gloria, llamado a ser
protagonista directo de la Liga con el Athletic 1982/1983, del doblete de la
Liga y de la Copa con Javier Clemente a la temporada siguiente, y de la Supercopa de la temporada 1984/1985. Sumó 277 encuentros como
rojiblanco, 210 en la competición de la
regularidad. También sabía ver puerta:
37 goles en total. “La temporada que
más marqué fueron nueve.
Promediaba cuatro o cinco por
campaña”, recuerda el interior. También disputó 2 partidos con la Selección Española con Miguel Muñoz como seleccionador.
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