Y por suerte, el último. Este torneo pre-veraniego es la demostración clara de que cualquier evento es bueno para "liarla", o de cómo un árbitro puede pensar que los equipos extranjeros son tontos de baba e intentar ponerse a bien con el Mallorca consiguiendo justo lo contrario.
El 17 de mayo de 1990 se presentó el Torneo que se iba a disputar en el Lluís Sitjar el viernes 18 y el sábado 19 y que contaba con la presencia del Mallorca como anfitrión y de los equipos holandeses de Primera División Vitesse Arnhem, Roda JC Kerkrade y Fortuna Sittard. El dichoso torneíto se había montado debido a que la liga había finalizado muy pronto por la celebración del Mundial de Italia y había que pasar el rato (y justificar los contratos) de alguna manera. El Presidente del Mallorca, Miquel Contestí, en un ejercicio de visionismo total declaró el día de su presentación que "confío que se puedan presenciar unos encuentros bonitos, sin crispaciones". Eso sí, no se equivocó al esperar que "la gente que vaya al campo se divierta". El calendario dispuso que abrieran el torneo el viernes a las 20'30 el Mallorca y el Vitesse Arnhem. A las 22'30 horas jugarían el Roda JC Kerkrade y el Fortuna Sittard. El Mallorca iba a tener a prueba a dos jugadores: el delantero marroquí Hassan Nadir y el centrocampista hispano-francés Sergio García.
El Mallorca de Serra Ferrer formó esa primera noche de torneo con Ezaki, Sala, Albistegui, Parra, Serer, Nadal, Sergio García, Marcos, Calderón, Vidal y Hassan Nadir. También jugador Claudio, Pedraza, Sánchez Clemente y Antonio Torres (canterano que también debutaba en el primer equipo). Por motivos obvios vamos a pasar por alto la alineación de los holandeses, total para qué. El Mallorca ganó el simulacro de partido por 2-0, con dos goles anotados por el debutante Sergio García de penalti en los minutos 21 y 55.
Dirigía el partido el colegiado Balear Domenech Riera y su actuación hay que calificarla, como mínimo y siendo benévolos, de lamentable. Casero hasta dar pena, dejó sin sancionar un penalti clarísimo de Sala con el empate a cero inicial, pitando a continuación otro a favor del Mallorca más que discutible. De resultas de esa señalización se encaró y expulsó al defensa tulipán Van der Brom y al entrenador visitante Bert Jacobs que había salido al terreno de juego a poner paz. La policía, siguiendo instrucciones de Domenech Riera, expulsó del recinto al entrenador, es decir, lo puso literalmente de patitas en la calle, en la puerta de acceso al Lluís Sitjar. Visto el panorama y que los jugadores holandeses no entendían nada, optaron por retirarse del terreno de juego, por lo que el partido estuvo detenido casi media hora. Después de una amenaza de denuncia ante la UEFA los holandeses salieron a disputar el resto de partido. Domenech Riera siguió haciendo de las suyas y, para compensar, expulsó al mallorquinista Claudio por dar un pisotón a un contrario.
Personalmente recuerdo el torneo este como surrealista total. El Lluís Sitjar estaba prácticamente vacío los dos días y nosotros, desde el fondo sur, nos dedicábamos a hablar con los porteros holandeses en un inglés macarrónico. ¡Si ni siquiera sabíamos qué equipo era cada uno! Con el tiempo descubrí que los rayados amarillo y negro con el pantalón blanco eran el Vitesse, que los de camiseta amarilla y pantalón negro eran los del Roda y que los de camiseta amarilla y pantalón blanco eran el Fortuna Sittard. Además, la temperatura veraniega hacía que apeteciera tomarse unas cervecitas ...
1 comentarios:
Ni idea de este torneo, pero una gran anecdota la que has contado. Sobretodo lo de hablar con los porteros y no saber quien era cada uno.
MAllorca tiene mucho atractivo turistico y han intentando implantar otros torneos, como la Mallorca Summer Cup de este mismo verano... pero luego no acaban fructificando.
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