La primera victoria en el Bernabéu

Con el tiempo y el paso de los partidos uno va haciendo mentalmente una lista de los mejores (y también de los peores, claro) que le ha visto a su equipo. Si entramos en la discusión de qué es jugar bien no acabaríamos nunca, ni nos pondríamos de acuerdo. ¿Antes el resultado que el juego o viceversa? ¿es mejor un partido solo porque tu equipo haya marcado más goles que nunca? Total, que basándome en pruebas subjetivas y muy personales, yo creo que uno de los mejores partidos que he visto jugar al Mallorca, aunque, en este caso, fuera por la pequeña pantalla, tuvo lugar el miércoles 1 de noviembre de 2000 en el Santiago Bernabéu de Madrid. Otros, seguramente, recordaréis con más cariño el 1-5 del 3 de mayo de 2003 en el mismo campo, otros la victoria en Elche ante el Recreativo 3-0, otros más veteranos igual se acuerdan de un 5-0 al Córdoba o de un 2-1 ante el Poblense, y no os voy a quitar la razón. Pero, por razones históricas, el partido del año 2000 también tiene su importancia, y es que en esa fecha el Mallorca logró su primera victoria de la historia en el feudo madridista tras dieciséis partidos, y, además, en un grandioso partido de fútbol.

Llegaba el Mallorca al Bernabéu alzando el vuelo tras un inicio de temporada muy desalentador. El feudo madridista estaba inviolado todavía esa temporada. Eto'o y Luque habían sido baja durante el primer mes de competición por haber disputado los juegos olímpicos de Seúl y el Mallorca de Luis Aragonés lo había pagado muy caro, poniéndose colistas de la competición. Aunque el chulito de Aragonés había declarado en alguna ocasión que él salvaba la Primera División "hasta con los chavales del Mallorca B". El sábado anterior el Mallorca había dado el primer golpe en la mesa al derrotar al F.C. Barcelona por 2-0. Ese miércoles Luis Aragonés, que se sentaba de nuevo en el banquillo tras haber cumplido un partido de sanción ante los catalanes por su expulsión en Riazor, puso en liza a Leo Franco, Olaizola, Niño, Nadal, Miquel Soler, Finidi, Engonga, Marcos, Ibagaza, Eto'o y Luque. En el minuto 60 Álvaro Novo entró por Marcos, en el 65 Stankovic por Eto'o y en el 77 Carlos por Luque. El arbitraje, que fue correcto y pasó desapercibido, corrió a cargo del gallego Evaristo Puentes Leira.

Ya en el primer minuto avisó Albert Luque con un gran disparo que hizo lucirse a Iker Casillas. Una defensa organizada a la perfección, un medio campo ejerciendo una gran presión y una delantera rápida fueron las claves que maniataron al Real Madrid durante todo el partido. Durante la primera parte solo un disparo de Raúl a la madera inquietó la portería de Leo Franco, mientras que el Mallorca avisó por mediación de Eto'o y Nadal. El Mallorca estaba jugando el partido perfecto con un Ibagaza llevando la manija del juego de forma magistral, partiendo desde la banda izquierda y acelerando y frenando el partido cuando más le convenía a su equipo. Sin embargo los goles no llegaron hasta la segunda mitad. El primero en el minuto 54 con Ibagaza rompiendo la cintura de Geremi y de toda la defensa madridista tras recibir un magnífico pase de Engonga y batiendo a Casillas con una vaselina llena de clase en su desesperada salida. Ese gol acabó de poner nervioso al Madrid que, muy bien atado por el Mallorca, llegó a quitarle el balón a los locales en el Bernabéu. Así hasta el minuto 90, en el que se hizo justicia a la superioridad mallorquinista mediante el segundo gol, obra de Carlos al romper de nuevo por el centro y por velocidad a la defensa blanca, ganándole la espalda a Fernando Hiero y resolviendo de forma magistral ante Casillas. Luis Aragonés le había dado una lección táctica a su alumno aventajado Vicente del Bosque.

Al final del partido los madridistas se quejaban de los altibajos físicos que había tenido su equipo y de las bajas de Helguera, Flavio y Celades. Por su parte Aragonés declaraba que "si les sabíamos tapar las bandas y les robábamos balones ellos iban a sufrir, y así sucedió".