Analizaremos hoy el extraño caso de turismo deportivo de Sinisa Konkalovic en Mallorca. Cuando en el verano de 1991 se aprobó la norma de los cuatro extranjeros, Serra Ferrer, entrenador del Mallorca consideró que "lo importante es tener tres extranjeros buenos que son los que pueden jugar, el cuarto puede ser un chico joven con ganas de abrirse camino en este mundo del fútbol". No podía suponer el bueno de Serra Ferrer en ese momento que por el Mallorca iban a desfilar hasta siete extranjeros en una sola temporada. El Mallorca empezó la temporada 91/92 con una tripleta de extranjeros formada por Ezaki Badou, Hassan Nadir y Peter Méndez. Luego Bogdan Stelea sustituyó a Ezaki y también llegaron Vlada Stosic, Goran Milojevic y un croata de 25 años llamado Sinisa Konkalovic.
El turista (perdón, centrocampista) Konkalovic apareció de pronto en un entreno de finales de noviembre de 1991 con el objetivo de realizar una prueba en el equipo decano y procedía de Alemanía, donde se había refugiado huyendo de la guerra. Como todo buen yugoslavo que se preciara, al llegar a España afirmaba haber sido internacional, pero, desde luego, en la selección absoluta yugoslava no jugó ni una sola vez y en la croata tampoco. Serra Ferrer lo tuvo dos semanas a prueba y decidió ficharlo el 5 de diciembre. Se entiende que entraba en la categoría de "jugador joven con ganas", pero las únicas ganas que parecía tener eran las de comer, pues su extrema delgadez asustó a todos los presentes en el día de su presentación oficial. En su palmarés como mallorquinista únicamente figuran 30 minutos frente al Deportivo, 45 de titularidad ante el Albacete y 24 ante el Tenerife el 1 de marzo, su última aparición como mallorquinista. En resumen, 3 partidos jugados y 3 derrotas para el Mallorca. Normal que dejara de contar para Serra Ferrer, aunque solo fuera por su gafe manifiesto. Así que cuando apenas sabía decir "buenos días" en castellano, ya estaba preparando las maletas para su próximo destino turístico.
Al parecer, incluso alguien como Sinisa Konkalovic tuvo una carrera deportiva. El croata, nacido el 24 de octubre de 1966 en Osijek, empezó su carrera (mira que me cuesta emplear esta palabra en este caso) en el NK Osijek de la Primera División yugoslava (sí, el equipo de Davor Suker, Goran Vlaovic o Nenad Bjelica) en el año 1985, club en el que jugó hasta que se lanzó a conocer mundo en 1992 huyendo de la guerra de los Balcanes. Al terminar la temporada en el Mallorca, su siguiente parada fue el stage de pretemporada de la UE Figueras en Maçanet de Cabrenys, pero su técnico Miquel Corominas lo descarto, así que debió dirigir sus pasos hacia Grecia, que es otro bonito lugar para hacer turismo. En Grecia fichó por el Panachaiki, club en el que jugó dos años (y en el que también jugó otra de esas rémoras que tiene el Mallorca en su historia como fue Milan Djurdjevic). Cansado de la alegre vida griega (o cansados los griegos de él, vaya usted a saber) volvió al fútbol ibérico para fichar en 1995 por los portugueses del Estrela Amadora, y es que unas vacaciones pagadas cerca de Lisboa tampoco pintan nada mal. Claro que debió encontrar muy tranquila la pequeña villa portuguesa y al año siguiente la cambió por el frío de la Europa central, fichando por el club austríaco Vorwärts Steyr. Muy mal debía estar el Royal Antwerp FC belga (más conocido entre nosotros como el Amberes) para fijarse en el centrocampista croata en el año 1996. Claro que tampoco Amberes parece mal lugar para pasar un añito de turismo. Por fin Konkalovic consiguió echar raíces en Bélgica y, sucesivamente, jugó con el Verbroedering Geel, Olympique Charleroi y FC Kapellen, donde se pierden sus pasos en el año 2002.
1 comentarios:
Ni conocía a este personaje (ahora, googleando un poco, si que me han salido cositas sobre él).
Por cierto, no se parece bastante a Elvir Balijc, aquel bosnio que también hizo turismo por el bernabeu...?
A mi me recuerda bastante.
Publicar un comentario