Ariel Osvaldo Cozzoni

Escrito el viernes, 22 de mayo de 2009 · 3 comentarios

Famosas y recordadas son las frases de Bartolomé Beltrán anunciando por los altavoces durante una presentación de la primera plantilla del Mallorca que, por esa puerta (refiriéndose a la de entrada al campo) entraría Klimowicz. Al final, como de todos es sabido, Diego Klimowicz, no llegó nunca a aparecer por donde se le esperaba ya que prefirió los aires de la capital y fichar por el Rayo Vallecano.

Algo así pasó con nuestro invitado de hoy: Ariel Osvaldo Cozzoni. El Mallorca 90/91 estaba iniciando su pre-temporada en Font Romeu. Serra Ferrer había pedido (vaya vicio el de los entrendores de pedir) a un delantero resolutivo para su equipo visto que la temporada anterior había sido la mayor deuda de una plantilla que había sido, por otra parte, la menos goleada de la Primera División. El Mallorca se había fijado en el charrúa, aunque oriundo, de Huracán de Montevideo Jorge Antonio Regueiro, que vendría unos días a prueba, y en el argentino Cozzoni. Miquel Contestí, en plena canícula estival declaraba que "ahora mismo tiene muchas posibilidades de venir, porque es un jugador que gusta mucho a nuestro técnico". Apodado "la vaca" Cozzoni era definido como un nuevo Kempes, aunque con más cantidad de recursos técnicos. Y es que ya por aquél entonces no sabían como encarecer el producto los intermediarios. Incluso el Presidente Menem había requerido a Bilardo el porqué no lo había incluído en la lista definitiva para el Mundial de Italia 90. El Mallorca ofrecía algo más de medio millón de dólares, en dos plazos, a su club de origen, el Newell's Old Boys y parecía haber un principio de acuerdo. Desde Rosario empezaban a llegar noticias contradictorias, afirmando que ningún intermediario podía negociar el traspaso ya que el único poseedor de ese privilegio era el club rosarino.

El 7 de agosto el delantero aterriza en Palma al objeto de formalizar el contrato que le vinculará al Mallorca por tres temporadas con opción a una cuarta opcional. Contestí declaraba al respecto que "existen unas pequeñas diferencias de criterio, que son lógicas en estos casos", por otra parte de Cozzoni se supo que dijo que "he desestimado otras ofertas de equipos europeos porque ni a mi mujer ni a mí nos atrae adaptarnos a otros idiomas".

El 8 de agosto el delantero ya no estaba en Palma, a las 6'30 de la mañana abandonó su habitación de hotel junto a su representante y a los directivos del Newell's que le acompañaban camino a Niza, donde firmó contrato nada más aterrizar por el equipo de la Côte d'Azur. En realidad la espantada no fue tal espantada, si no que Contestí los sacó de su despacho, de muy mal humor y con malos modos, la tarde anterior, al saber que habían recibido otra oferta y que pedían cuarenta y ocho horas para estudiarla.

Ariel Cozzoni, jugó en el Niza la temporada 90/91 y al año siguiente se fue al Toluca de México, desde donde regresó a Argentina para jugar en Newell's, donde era el ídolo de la afición, Banfield y Central de Córdoba, donde se retiró en 1996.

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Au revoir Europa

Escrito el jueves, 21 de mayo de 2009 · 0 comentarios

El jueves 25 de marzo de 2004 disputó el Mallorca el que es, por el momento, su último partido en competición europea. El partido no invitaba al optimismo pues en el partido de ida de los octavos de final, celebrado el famoso 11-M, el Newcastle United nos había ganado por 4-1. El gol de Correa en la segunda parte parecía encarrilar la eliminatoria a nuestro favor, pero cuatro goles de las urracas en el último cuarto de hora, llevaron el delirio al Saint James Park. Así pues, los chicos de Luis Aragonés estaban más centrados en conseguir la permanencia en la liga, en la que estaban cuatro puntos por encima del descenso, que en la competición europea en la que ya habíamos eliminado al Apoel de Nicosia (1-2 y 4-2), F.C. Copenhague (1-2 y 1-1) y Spartak de Moscú (1-3 y 1-0).

El Mallorca presentaba las bajas de Edu Moya, Cortés y Colsa por sanción, Olaizola y Nadal por lesión y Pereyra y Delibasic por no estar inscritos en la competición y llegaba al partido después de haber sido goleado 5-1 por el Valencia el fin de semana anterior. El Newcastle llegó a Palma acompañado por más de 2.000 seguidores que ocuparon y tiñeron de blanco y negro todo el fondo norte del Ono Estadi, y, también, con la noticia de la renovación de su entrenador Bobby Robson y el eco de una pelea acaecida en el aeropuerto de Newcastle entre su jugador estrella Craig Bellamy y el segundo entrenador. Luis Aragonés, como ya hemos dicho más pendiente de la liga que del torneo europeo, alineó de entrada a Miki, Ramis, Poli, Lussenhoff, Marcos, Nagore, Finidi, Toni González, Perera, Bruggink y Nené. Por si había pocas bajas Marcos se retiró lesionado en el minuto 35, siendo sustituido por Campano. Toni González sufrió una lipotimia en el descanso y fue suplido por Fernando Niño. Finalmente Eto'o sustituyó a Ramis en el minuto 50. La primera parte fue de dominio mallorquinista, pero no supo traducirlo en goles. Un disparo del tulipán Bruggink a los 7 minutos fue la acción más peligrosa en este primer período.

En el descanso, el galés Bellamy y compañía, es decir, los suplentes del Newcastle, se dedicaron a provocar a la parroquia local, mandando todos los balones con los que peloteaban, bien fuera del estadio, bien a las manos de sus ruidosos hinchas. En el primer minuto de la segunda parte, un error de Miki lo aprovechó el veterano Alan Shearer para establecer el 0-1 y sentenciar la eliminatoria si es que ya no lo estaba. La salida explosiva de Eto'o mejoró bastante al Mallorca, pero ya estaba todo decidido. En el minuto 78 de partido un provocador Bellamy anotó el 0-2 y en el 89 de nuevo Shearer marcó el 0-3 definitivo.

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Homenaje contra el Castilla

Escrito el miércoles, 20 de mayo de 2009 · 0 comentarios

La temporada 1979/1980 empezó la reconstrucción del Mallorca, fue una ardua tarea que acometió Miquel Contestí al frente de un grupo de entusiastas mallorquinistas. Ese año el Mallorca jugó en Tercera División y consiguió un histórico ascenso. En los treinta y ocho partidos de liga cosechó el Mallorca treinta y una victorias, de las cuales diecisiete consecutivas. El punto álgido de la temporada llegó en el primer partido de la segunda vuelta en que alcanzó el liderato tras derrotar al Poblense por 2-1 un día que el Lluís Sitjar rozó el lleno. El Mallorca de Antonio Oviedo, a final de temporada, a parte de ascender a Segunda B, había recuperado una masa social que se había ido perdiendo con el tiempo y las sucesivas vicisitudes vividas por el equipo barralet en temporadas anteriores.

Para celebrar el ascenso conseguido se programó un partido contra el Castilla, que militaba en Segunda División, el domingo 8 de junio de 1980 en el Lluís Sitjar. Cuatro día antes el Castilla había perdido la final de Copa contra el Real Madrid por 6-1. De ese día repetían alineación 7 jugadores. El partido, como casi todos los de homenaje, fue un bodrio de mucho cuidado. El Mallorca de Antonio Oviedo, que había renovado su contrato esa misma semana, jugó de inicio con Reus, Braulio, Chea, Calero, Sahuquillo, Silva, Mir, Jaume Bauça, Bonnín, Gallardo y Lizoain. También participaron los suplentes y algunos juveniles durante la segunda parte. Por parte del Castilla jugaron Recio, Felipe, Torres, Castañeda, Espinosa, Sánchez Lorenzo, Álvarez, Balín, Ramírez, Bernal y Cidón. Flores sustituyó a Felipe. Se adelantó el Mallorca en el minuto 21 cuando una entrada de Felipe a Lizoain es decretada como penalti por parte del colegiado balear Nadal, penalti que se encargó de transformar Sahuquillo. Empató el Castilla en el minuto 28 por mediación de un zurdazo de Cidón que no pudo detener Reus. Durante la primera parte el partido fue más entretenido, con escasas precauciones defensivas, pero la segunda parte, tras los cambios, el partido entró en un sopor infame. El Castilla demostró ser un buen equipo técnicamente, aunque llevó escaso peligro a la portería mallorquina.

Para la anécdota os pongo la alineación del Castilla del 4 de junio de la final de Copa del Rey: Agustín, Juanito, Herrero, Castañeda, Casimiro, Álvarez, Gallego, Bernal, Pineda, Paco (Sánchez Lorenzo) y Cidón (Balín). Decir también como anéctoda que, años después, Miguel Bernal fue jugador del Mallorca.

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Mallorca - Córdoba en Segunda B

Escrito el martes, 19 de mayo de 2009 · 0 comentarios

El partido pasó a la historia por varios motivos, desde luego el 5-0 que el, en ese momento, segundo clasificado le endosó al primero tuvo mucho que ver, pero también el hecho de que el partido se hubiera disputado el día de los santos inocentes del año 1980, el 28 de diciembre de 1980, acrecienta su leyenda. El Córdoba llegaba al Lluís Sitjar, en la antepenúltima jornada de la primera vuelta, líder del Grupo II de Segunda B, con veintisiete puntos y once positivos, mientras que el Mallorca andaba segundo en la clasificación con veintitrés puntos y siete positivos. Era un partido importante porque en caso de victoria visitante este se escapaba en la clasificación casi definitivamente y dejaba al Mallorca estancado en la lucha por la segunda plaza.

Toda la noche anterior había estado lloviendo y el día del partido también llovió. El partido había sido declarado como "día del club" por la directiva presidida por Miquel Contestí, es decir, que todo el mundo debía pasar por taquilla, hasta los socios. Una cosa unida a la otra hicieron que la entrada fuera flojita, algo más de media entrada presentaba el Lluís Sitjar. El Mallorca de Antonio Oviedo formó esa tarde con Ferrer, Braulio, Juanito, Gallardo, Calero, Sahuquillo, Collantes, Chea, Nadal, Bonet y Sancayetano. Orellana sustituyó a Nadal y Riado a Sancayetano en el transcurso del partido. Arbitró el catalán Aparicio, que tuvo una regular actuación, saliendo despedido con pitos a pesar el resultado final. Expulsó a Bonet por doble amonestación, así que el Mallorca terminó el partido con diez jugadores. Salio en tromba el Mallorca y ya en el minuto 8 Sancayetano había aprovechado una indecisión de la defensa andaluza para llevar el 1-0 al marcador. En el minuto 23 Gallardo saca una falta, Nadal peina el balón y Bonet a la media vuelta marca el 2-0. Dos minutos después una jugada de pillería de Collantes al ejecutar rápido una falta hacia Bonet hace que este, de disparo raso, establezca el 3-0 en el marcador. Al final de la primera parte, el delirio en las gradas. En el minuto 41 un penalti de Luna a Nadal es aprovechado por Sahuquillo para marcar el 4-0 y en el minuto 43 Nadal de cabeza marca un auténtico golazo, el 5-0. Incredulidad total en los cordobeses y apoteosis en el Lluís Sitjar. El topico ese que "ni los más viejos del lugar". La segunda parte, tras una primera parte como la descrita, sobró. Cuentan las crónicas de la época que el jugador más destacado del partido fue Paco Bonet, siempre libre de marca.

Como ya es sabido el Mallorca, al final de la temporada, logró sobrepasar al Córdoba y quedar campeón del Grupo II de Segunda B ese año, festejando el consiguiente ascenso a Segunda División.

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La pechera de Eto'o

Escrito el lunes, 18 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Como ya he comentado en posts antiguos, la temporada 2000/2001 empezó marcada por la ausencia de Luque y Eto'o, que habían acudido a los Juegos Olímpicos de Sidney llegando hasta la final. Así pues, el Mallorca, de los cuatro primeros partidos había perdido tres y empatado uno. Poco a poco fue escalando posiciones tras la incorporación de ambos delanteros y llegaba a la jornada 13 en una más que meritoria cuarta posición.

Esa noche del 3 de diciembre de 2000, en partido retrasmitido por Canal +, el Mallorca visitaba La Romareda para enfrentarse a un Real Zaragoza en horas bajas. Luis Aragonés decidió que afrontaran el partido de entrada Leo Franco, Olaizola, Niño, Nadal, Miquel Soler, Engonga, Marcos, Finidi, Ibagaza, Luque y Eto'o. El partido se torció para los bermellones al anotar Jamelli en el minuto 4 un gol para los locales. Durante la primera parte el encuentro fue un toma y daca constante, un partido de ida y vuelta en el que pudo haber marcado cualquiera de los dos equipos. Con la ventaja mínima local se llegó al descanso. En la segunda parte el Mallorca se lanzó a por el partido y Albert Luque, en el minuto 50, gracias un potentísimo zurdazo desde fuera del área puso las tablas en el marcador. La acción que hace que este partido sea recordado se produce un minuto después del gol, cuando Luis Aragonés decide sustituir al "hermano negro" Eto'o sustituyéndolo por Jovan Stankovic.

Al delantero camerunés no le gustó nada la decisión de su técnico y abandonó el campo protestando y haciendo gestos ostensibles de disconformidad. Al llegar al banquillo, antes de calmarse, siguió protestando y cargando contra todo lo que tenía a su alcance, a pesar de los esfuerzos de Miki Garro, portero suplente, por calmarlo. A Luis Aragonés se le inflaron las pe..., es decir, se le acabó la paciencia y se fue corriendo hacia donde estaba Samuel, agarrándolo por la pechera y zarandeándolo violentamente mientras le metía una bronca de escándalo. Eto'o no se inmutó ni replicó a su técnico en esa acción. Al terminar el partido, en caliente, el camerunés declaró que "no me merezco este trato. Si esto sigue así tendré que pensar algo. Lo estoy pasando muy mal. Siempre me cambia a mí". Por su parte Aragonés dijo que "yo cambio hasta a Pelé si es por el bien del equipo".

El partido terminó con el empate a uno, pero el Mallorca falló infinidad de ocasiones ante Juanmi (Finidi, Ibagaza, Carlos) para haberse llevado los tres puntos.

Al día siguiente las aguas estaban volviendo a su cauce. En el entreno matinal celebrado en la Ciudad Deportiva del Zaragoza, antes de volver a Mallorca Luis le dijo a Eto'o en presencia de todos sus compañeros la famosa frase de "míreme a la cara, ayer estuve a punto de pegarle un cabezazo". Por la tarde Eto'o viajó a Madrid para reunirse con Jorge Valdano y, a la salida de la reunión, declaraba que "estoy a gusto en Palma y en ningún otro sitio viviría mejor que allí" y que los problemas con Luis "son cosas entre un padre y un hijo". El vestuario, en boca de Miquel Soler y Chichi Soler, le quitaban en pleno la razón al camerunés, salvo su amigo "hermano blanco" Luque que dijo que "es un grandísimo jugador, muy importante para el Mallorca y esto no hay que tenerlo en cuenta". Dos semanas antes Eto'o ya había tenido otro roce con Luis Aragonés y la Junta Directiva se planteaba tomar medidas contra el camerunés, sin embargo, tras una reunión de Mateo Alemany con toda la plantilla se decidió no sancionar a Eto'o y dar por cerrado el tema.

Al final todos conocemos como acabó la historia: Samuel Eto'o triunfando y convirtiéndose en el ídolo de la afición y Luis Aragonés recordado como uno de los mejores técnicos que han pasado por el club.

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Historieta en Almendralejo

Escrito el viernes, 15 de mayo de 2009 · 1 comentarios

La temporada 1994/1995 fue la peor de la década de los 90 para el Mallorca. Como siempre, se había confeccionado una plantilla para ascender a Primera División, con una mezcla de jugadores veteranos como Serna, Mino y Orejuela con nuevas promesas como Ángel Luis, Juanjo o Edu Arnau. La primera semana de febrero de 1995 había resultado bastante movidita. El domingo 29 de enero el Mallorca había cosechado una derrota muy dolorosa frente al Athletic B por 4-3, en un partido en que la defensa mallorquinista hizo aguas por todos lados y solo se maquilló el resultado al final con tres goles en los últimos diez minutos realizados por Milojevic (dos) y Juanjo. El equipo de Nando Pons no funcionaba y el Presidente, Miquel Dalmau, salió a la palestra realizando unas declaraciones en las que criticaba abiertamente el sistema defensivo del equipo. Sin dar nombres estaba cargando las tintas contra Mino y Serna, que habían llegado para apuntalarlo y, su rendimiento, estaba dejando mucho que desear. Afirmaba el Presidente que a los jugadores "les falta concentración" y calificaba de "extraños" los cuatro goles encajados en San Mamés.

Entre medias de la semana había que finiquitar la eliminatoria copera frente al Celta de Vigo. En la ida el equipo mallorquinista había vencido 2-1 y el miércoles 1 de febrero, en el partido de vuelta, el Mallorca cosechó un empate a cero que le valió la clasificación para el siguiente turno. Un empate que se fraguó gracias a la detención de un penalti por parte del guardameta Toni Prats en la primera parte y a una concentración defensiva que distaba años-luz de la ofrecida el domingo anterior en Bilbao, a pesar de jugar los mismos cinco jugadores: Pedraza, Julián Ronda, Serna, Mino y David.

Así pues el Mallorca visitaba el Francisco de la Hera de Almendralejo el domingo 5 de febrero envuelto en multitud de dudas e incógnitas por resolver. Las declaraciones de Dalmau habían escocido y la visita al campo del Extremadura, involucrado en la lucha desesperada por no descender, se antojaba ideal para iniciar la remontada que parecía haberse vislumbrado en Vigo ante un rival de Primera División. El partido, como no podía ser de otra manera en esa temporada, fue un puro despropósito. Nando Pons alineó de entrada a Prats, Julián Ronda, David, Serna, Mino, Limperger, Orejuela, Ángel Luis, Chichi Soler, Milojevic y Vidal. También aportaron lo suyo al desastre Juanjo y Edu Arnau. El Extremadura tenía entrenador nuevo, Vicente Carlos Campillo y, desde el primer minuto se vio que volvía el Mallorca triste y ramplón de la liga. Para acabarlo de redondear todo, Mino fue expulsado en el minuto 15 por zancadillear a un contrario que iba a plantarse solo ante el marco de Prats, y no siendo suficiente castigo la tarjeta roja, Tirado batió nuestro marco al ejecutar magistralmente la falta. El Mallorca era ya un manojo de nervios preparado para explotar en cualquier momento. En el minuto 75 una rigurosa pena máxima decretada contra el Mallorca supuso el 2-0, obra de Sastre y desató la caja de pandora y un tristísimo show que tuvo como máximo protagonista a nuestro portero Toni Prats. Era imposible que el todopoderoso Mallorca fuera perdiendo y estuviera siendo humillado por unos "pueblerinos" de Almendralejo (es lo que a veces tiene la prepotencia), así que Toni Prats descargó su ira contra los aficionados locales llamándolos tal cual se ha expuesto antes y casi se lía un altercado del orden público de considerable magnitud.

Contaba Toni Prats años después que fue la falta de experiencia la que le hizo entrar al trapo con los aficionados extremeños y jugarle tan mala pasada y que incluso recordaba que, de la propia impotencia, se había echado a llorar esa tarde en el terreno de juego. El equipo se iba a pique y solo la llegada de Josean Irulegui en el mes de abril dio a la plantilla la tranquilidad suficiente como para no pensar en un traumático descenso de categoría.

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Baile de porteros

Escrito el jueves, 14 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Al final, siguiendo a este ritmo, voy a destripar todos los detalles de la temporada 1991/1992. Si en algo se caracterizó esa temporada fue por el caos en que estuvo sumido el club durante todo el curso futbolístico. Tal es así que, como os cuento en este post, el Mallorca llegó a utilizar a cinco porteros diferentes durante la temporada. Empezó la temporada como titular Ezaki Badou, pero tras el partido de la quinta jornada, disputado en Tenerife el 6 de octubre de 1991, se tomó unas vacaciones no autorizadas por el club en Marruecos alegando motivos personales, vacaciones que sentaron bastante mal a Llorenç Serra Ferrer (de todos es conocido su carácter irascible), que lo apartó de la disciplina del Mallorca. Ezaki encajó 4 goles en 5 partidos. A partir de ese momento la maquiniaria del club se dispuso a buscar un sustituto de garantías para el marroquí (algo, por supuesto, casi imposible) y, mientras, ocupó la posición de titular en el marco bermellón el portero de 27 años Miquel Bennàsar Mojer, más conocido como Molondro. En principio, el segundo portero era Covelo, pero se encontraba lesionado. Molondro debutó en Primera División con el Mallorca el 20 de octubre de 1991 en la victoria por 1-0 al Cádiz y, en total, disputó 5 partidos como defensor del arco mallorquinista encajando 7 goles.

El 3 de noviembre de 1991 el Athletic Club visita el Lluís Sitjar y Molondro es por tercer partido consecutivo el portero mallorquinista. En el banquillo, también por tercera semana consecutiva, se sienta un imberbe gabellí de 20 años de edad y de nombre Antoni Prats Servera, que, normalmente, está defendiendo la portería del Mallorca At. en esos campos de Tercera División. Todo hace indicar que será otra plácida tarde de pipas en el banquillo, pero nada más lejos de la realidad. El partido se tuerce para el Mallorca poco después de la media hora al anotar Ziganda el primer gol visitante. En el minuto 38 la primera alegría para los locales llegó merced a la expulsión del bilbaíno Tabuenka. Sin embargo, como dura poco siempre la alegría en casa del pobre, en el minuto 44 Molondro derriba a Valverde que se estaba escorando, alejándose de la portería y el colegiado Merino González decreta penalti y expulsión del portero de Sa Pobla. Rápidamente es llamado a filas Toni Prats, sin calentar, que va a tener que debutar en Primera División poniéndose frente a un consumado especialista en el lanzamiento de penalties como es Larrazábal. Prats no tiene suerte y el penalti de Larrazabal acaba entrando en su portería, así pues, el bueno de Toni Prats encaja un gol nada más debutar en Primera, y, aunque cierra la tarde sin encajar ningún gol más, no puede evitar la derrota del Mallorca ese día por 1-2. Esa misma semana se difunde la noticia del fichaje del portero yugoslavo Omerovic por parte del Mallorca, noticia que luego se desmiente rotundamente. El Mallorca, al parecer, está pescando por tierras de los Cárpatos y no en la península balcánica.

A la semana siguiente, Molondro, que no es sancionador por el Comité de Competición, vuelve a ponerse bajo los palos mallorquinistas como titular y Prats vuelve a esperar turno en el banquillo en el partido que el Mallorca pierde en Sevilla 2-0. La semana siguiente, antes del partido contra el Sporting de Gijón se anuncia el fichaje del rumano del Dinamo de Bucarest Bogdan Stelea, que asiste desde el banquillo a la derrota por 0-1 frente a los asturianos con Molondro nuevamente bajo palos. La semana siguiente, en el Bernabéu, Bogdan Stelea deja en el banquillo a Molondro y, aunque el Mallorca cae derrotado por 2-0, el rumano es el mejor jugador del partido y, por fin, parece que se ha encontrado el recambio adecuado para Ezaki Badou. Stelea se mantiene en la titularidad hasta el final de la temporada, disputando 27 partidos en los que recibió 37 goles, salvo en el partido del 3 de mayo de 1992 en el Carlos Belmonte de Albacete en que es remplazado por Covelo, portero gallego que había sido fichado tras el ascenso a Primera tres años atrás, que había estado lesionado a principio de temporada cuando Ezaki dio la espantada y que disputaba allí su noveno partido (y a la postre último) con la camiseta del Mallorca por encontrarse ausente Stelea, en una concentración de la selección rumana.

Moraleja: si tres porteros en una misma temporada son multitud y cuatro son una barbaridad, entonces, cinco ¿qué son?

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El último descenso y la afrenta a nuestra afición

Escrito el miércoles, 13 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Hay una cosa que sucedió en junio de 1992 que los mallorquinistas llevamos guardada en el fondo del corazón con rabia, casi con ira. La temporada 1991/1992 había sido muy mala en términos generales, del equipo que unos meses atrás había sido finalista de la Copa del Rey por primera vez en su historia nada se sabía. El Mallorca había vagado toda la temporada en el furgón de cola de la Primera División, con un pie y medio siempre en Segunda, con cambios constantes de jugadores y hasta de Presidente. Unas victorias puntuales en casa frente al Sevilla, al Deportivo y a la Real Sociedad nos habían permitido llegar a la última jornada con opciones, escasas eso sí, de conseguir la permanencia por vía de la promoción. El 8 de junio se disputaba la última jornada de liga. El Mallorca, con 25 puntos y 13 negativos, visitaba La Romareda para medirse al Real Zaragoza con la imperiosa necesidad de ganar y rezar para que un Sporting de Gijón situado en mitad de la tabla, sin jugarse nada, derrotara al Cádiz, que sumaba 27 puntos y 9 negativos pero al que le habíamos ganado los dos partidos ligueros, en el Carranza. Esa última jornada, en otro orden de cosas, en la parte alta, enfrentaba al Real Madrid contra el Tenerife y al F.C. Barcelona contra el Athletic Club.

Cumplió el Mallorca de Serra Ferrer con sus deberes (a buenas horas mangas verdes) y derrotó a un Real Zaragoza que tenía opciones de clasificarse para disputar la Copa de la UEFA por 1-2. Además lo hizo disputando el mejor partido de la temporada. El Mallorca formó ese día con Stelea, Sala, Sergi, Fradera, Serer, Stosic, Chichi Soler, Pinilla, Pedraza, Vidal y Milojevic. Hassan Nadir sustituyó a Milojevic en el minuto 85 y José a Vidal en el 89. Se adelantó el Mallorca merced a un gol de Sergi en el minuto 34, empató para el Real Zaragoza Aguado en el primer minuto de la segunda parte y Pinilla puso el gol del triunfo mallorquinista en el minuto 73. Sin embargo, en el otro partido, un gol de Tilico para el Cádiz en el minuto 42 ponía negrísimo el panorama para el club decano. Empató Monchu (años después jugador del Mallorca) para el Sporting en el minuto 58, pero cuentan las crónicas que tras el empate ambos equipos se dedicaron a sestear y a dar por bueno el empate. Así pues el Mallorca se vio condenado al descenso al abismo de la Segunda División. El mallorquinismo de luto y sin suponer que pasarían 5 años, 2 meses y 23 días hasta que Gabi Amato nos volviera a hacer disfrutar de un gol del Mallorca en Primera División.

En otro lugar de la geografía española la emoción si estaba servida. Un más que primado Tenerife derrotó al Real Madrid por 3-2, después de desperdiciar una ventaja de 0-2, lo que unido a la victoria del F.C. Barcelona por 2-0 al Athletic Club permitió al club catalán ganar el campeonato de forma impensable. Y Palma se llenó de culés. Y la rabia se apoderó de cientos de mallorquinistas como yo al ver que, lo que debería haber sido un día de luto y llanto por el descenso del Club más importante de la isla, era, sin embargo, alegría y jolgorio de casi la mitad de la población. Y tomaron nuestra fuente de las tortugas para la celebración. Y esas heridas, realmente, son las que más tardan en cicatrizar.

Afortunadamente ese es el último descenso que podemos relatar. Al menos, de momento.

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Valió el precio de la entrada

Escrito el martes, 12 de mayo de 2009 · 0 comentarios

El 9 de noviembre de 1997 el Mallorca recibía al Athletic Club de Bilbao en el Lluís Sitjar tranquilamente instalado en el séptimo lugar de la tabla clasificatoria, tras un buen arranque de temporada con grandes resultados como el 6-2 al Sporting o el 1-4 en Tenerife.

El Mallorca de Héctor Cúper puso el partido de cara ya en la primera parte, con tres goles obra de Iván Campo a los 2 minutos, Amato en el minuto 27 y Monchu en el 29. El Athletic, tras el descanso, había dejado de ser un equipo, lo normal cuando se retira uno a los vestuarios perdiendo 3-0. Nuestro protagonista del día, Juan Carlos Valerón Santana, le había ganado ya la partida y el puesto de titular al brasileño Palinha. Ese día mostró su carta de presentación a la España futbolística y su nombre empezó a cobrar fuerza en los mentideros futbolísticos. Corría el minuto 54 cuando recogió un balón en la frontal del área vasca, cerca del vértice derecho de la misma, encaró con decisión y el atrevimiento que dan la calidad y el resultado a favor la portería  del gol sur y se quitó de enmedio a Rafa Alkorta sobre la raya del área y a Roberto Rios ya dentro del área con un sutil toque elevando el balón mínimamente sobre el pie que quería cortar el balón y, por último, evitó la salida desesperada de Imanol Etxeberria que se venció hacia la izquierda, con un sutil recorte de interior hacia la derecha que le dejó solo ante la portería vacía, marcando con su pie izquierdo y llenando el viejo coliseo mallorquinista de pañuelos blancos (o de hojas del periódico oficial que repartían esa temporada en la entrada del campo, muy de moda esa temporada). No pudo elegir una mejor jugada para marcar lo que fue su primer gol en Primera División. Uno de los mejores goles que recuerdo en la historia del Mallorca.

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Rolando Ramón Barrera

Escrito el lunes, 11 de mayo de 2009 · 3 comentarios

El frío mes de enero de 1982 aterrizó en la isla un extremo de una rapidez endiablada que le pegaba a la pelota con la zurda de manera magistral y que se pensaba a su salida de Argentina que viajaba a Las Palmas, lugar del que Carnevalli le había dado las mejores referencias posibles. El Mallorca de Lucien Muller y Miquel Contestí estaba buscando sustituto para el yugoslavo Zoran Peles que no había conseguido aclimatarse al fútbol español y se trajo a prueba, por mediación del intermediario Santos, a dos argentinos de Newell's Old Boys, el oriundo Manuel Emilio Vázquez, de padres asturianos, y Barrera. Al principio el que más interesaba era Vázquez, centrocampista organizador, pero el que se quedó cedido en el Mallorca fue el "Rolo" Barrera. Rolando Ramón Barrera había nacido el 18 de octubre de 1960 en Hernandaria (EntreRríos, Argentina), el mismo año y mes que Diego Armando Maradona.

Sus primeros pasos en el mundo del fútbol profesional los dio en Newell's Old Boys entre 1977 y 1981 donde jugó 99 partidos anotando 21 goles. En 1979 disputó 9 partidos con la selección sub-20 Argentina, entre ellos el Torneo Sudamericano de Montevideo junto a Maradona, no pudiendo acudir al Mundial Juvenil de Japón por lesión. En 1982 jugó en Nueva Chicago 31 partidos anotando 5 goles.

Como ya se ha dicho antes, el 22 de enero de 1982 fichó por el Mallorca y, poco a poco, se convirtió en el ídolo del Lluís Sitjar. Con apenas 21 años debutó en Palma contra el Elche y, desde luego, no hizo el partido de su vida, siendo sustituído por Orellana. Sin embargo, poco a poco fue aclimatándose a la difícil Segunda División española y en el Nou Estadi del Levante anotó su primer gol como mallorquinista. El Mallorca no pudo ascender esa temporada, pero sentó las bases para el ascenso del año siguiente con jugadores como Barrera, al que adquirió en propiedad al finalizar el préstamo, firmando un contrato de dos temporadas. En la temporada 82/83 Orellana sufrió una gravísima lesión que le apartó mucho tiempo del equipo y Kustudic abandonó el club por la puerta de atrás. Barrera debió formar tándem con Melchor, jugador que nos había cedido el Betis. La temporada del ascenso consiguió 13 goles, la mayoría a balón parado. Importantes fueron los goles que marcó en Copa del Rey, especialmente el que le marcó al Atlético de Madrid que supuso la primera victoria del Mallorca en el feudo colchonero de la historia. Después de muchos rumores de grandes equipos que iban tras de él, entre ellos el Real Madrid, Barrera, que se confesaba seguidor del F.C. Barcelona, debutó en Primera División con el Mallorca marcándole de tiro libre directo al Zaragoza en la primera jornada y en Salamanca de penalti en la segunda. Para aquel entonces se había convertido en el ídolo de la afición mallorquinista. Una lesión le apartó varios partidos de la alineación titular y sus 8 goles a final de temporada no evitaron el descenso del Mallorca.

Después de esa temporada el Mallorca se mostró interesado en renovarle, pero el jugador ya no estaba demasiado a gusto en la isla, puesto que hasta la propia afición había empezado a silbarle en algún partido por su indolencia y frialdad. Así que prefirió fichar por el conjunto francés del Niza, donde disputó 18 partidos en la temporada 85/86 anotando tan solo 2 goles. Abandonó Europa tras esa aventura francesa y a mediados del campeonato 86/87 fichó por el San Lorenzo de Almagro, club en el que estuvo hasta 1989 disputando 21 partidos y anotando 5 goles. A continuación siguió su periplo profesional por el Instituto de Córdoba donde en 15 partidos no anotó ningún gol. Su último equipo como profesional fue el Colón de Santa Fe, donde se retiró en 1991, habiendo anotando 1 gol en 23 partidos.


Al finalizar su etapa de jugador profesional abrió otra como entrenador que le llevó, entre otros, al banquillo del Atlético Paraná en la B Argentina en 1995.

Después de Barrera el Mallorca ha tenido otros grandísimos lanzadores de falta tales como Stosic, Galca, Stankovic o Arango. Pero aún somos algunos los que nos acordamos del "Rolo" Barrera y pensamos "desde ahí las metía todas". Supongo que tiene que ver con eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor.

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50 Aniversario del Atlético Baleares

Escrito el viernes, 8 de mayo de 2009 · 1 comentarios

En 1943 el Athletic F.C. y el Baleares F.C. se fusionaron dando lugar al C.D. Atlético Baleares. El 28 de marzo de 1993 el Mallorca, que esa temporada estaba en Segunda División, era el invitado en el partido de homenaje del 50 aniversario del club. Veinte años antes el partido habría suscitado una gran expectación, paralizando la ciudad, pues tal era la rivalidad que existía entre ambos clubes, pero el tiempo y la diferencia de categorías que se había establecido en los últimos años, con un Atlético Baleares jugando incluso alguna temporada en Regional Preferente, habían hecho que la rivalidad casi se perdiera por completo, sobre todo entre las nuevas generaciones de mallorquinistas. Así pues solo unos 2.500 espectadores nos dimos cita en las gradas del vetusto ya por aquél entonces Estadi Balear para contemplar este partido.

La verdad es que recuerdo con especial cariño el partido ya que el 0-6 final que le endosamos a los balearicos no estuvo nada mal. Para algunos, la rivalidad deportiva siempre será la rivalidad deportiva y meterle más de una manita a tu rival ciudadano, por mucha diferencia de categoría que haya, siempre te alegra el cuerpo. Serra Ferrer alineó de entrada a Prats, Serer, Chema, Irureta, Julián, Bogdanovic, Sala, Cristian, Luis Delgado, Sacarés y José. También jugaron, tras el descanso, Stelea, Villena, Fradera, Pedraza, Soler, Stosic, Samper, Milojevic y Vidal. La primera parte fue de claro dominio local, teniendo multitud de ocasiones ante el marco defendido perfectamente por Toni Prats sin que el Mallorca llegara a disparar a la portería balearica en ninguna ocasión. Tras el descanso el Mallorca sacó a su equipo titular y el partido cambió radicalmente. Empezaron a caer los goles en la portería local sin solución de continuidad. El 0-1 obra de Fradera, el 0-2 de Stosic, el 0-3 de Fradera, el 0-4 de Samper, el 0-5 de Milojevic y el 0-6 nuevamente obra de Fradera, que anotó un sorprendente hat-trick en este partido.

Decir que, en partido oficial, el Atlético Baleares nunca le ha podido ganar al Mallorca en nuestro campo.

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Sergio García Aguilar

Escrito el jueves, 7 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Hubo una época en el Mallorca en la que parecía que cualquier persona que pasase por la puerta del Lluís Sitjar y dijera que era futbolista y que venía a hacer una prueba era bienvenido. Ya os he contado el caso de Sinisa Konkalovic, así que hoy mi batallita va sobre otro de estos jugadores extraños que ha tenido el Mallorca y que tan buenos resultan (y difíciles) para explicar su pequeña historia/fracaso en el Mallorca. Sergio García Aguilar era un jugador francés nacido en Lyon el 11 de febrero de 1966, con la doble nacionalidad franco-española gracias a sus padres. Su posición natural era la de centrocampista o media-punta. Su primera prueba de fuego (valga la exageración) fue en trofeo internacional Tot Sport que se disputó en mayo de 1990 en el Lluís Sitjar (del que ya os he hablado en otro post) y en el que estuvo a prueba el fino y melenudo jugador francés, que, al parecer, también era seguido por el RCD. Español. Superando la prueba, ante la atenta mirada de Serra Ferrer, al anotar dos goles en el primer partido contra el Vitesse de Arnhem. Así pues, visto su buen hacer en los amistosos, estampó su firma como jugador del Mallorca por tres temporadas.

Pero antes había tenido una carrera prolífica en Francia. Se inició en esto del balompié en el Matra Racing de Paris, luego jugó en el Villefranche (Division III), dos temporadas en el Gueugnon (Division II)  donde tuvo problemas en el nervio óptico y un cambio de entrenador que, según él, le impidieron triunfar y, finalmente, en el Châtellerault (Division III) desde donde fue fichado por el Mallorca, a pesar de las múltiples ofertas que, según él, tenía tanto en Francia como en España. En sus declaraciones a la prensa gala declaraba que "era consciente de lo que valía, que se iba a entregar al cien por cien y que estaba seguro que podía conseguirlo (triunfar)"

Su primera convocatoria llegó en partido de Copa del Rey en Torrelavega, pero no llegó a jugar ni un minuto. Y una rotura fibrilar le mantuvo alejado de toda posibilidad de ir convocado durante el primer mes y medio. De hecho, tuvo que esperar para debutar en el Mallorca hasta el 18 de noviembre de 1990 en un partido que acabó 1-1 frente al Sporting de Gijón y no volvió a aparecer en una alineación del Mallorca hasta el 10 de marzo de 1991, momento en el que disputó 6 partidos consecutivos. El 14 de abril de 1991, de nuevo contra el Sporting de Gijón, el día que debutaba Pedro Del Campo en el centro de la zaga mallorquinista, se lesionó en el minuto 34 y no volvió a disputar ningún partido oficial más en toda la temporada. En total en la temporada 90/91 disputó 7 partidos con la camiseta rojilla sin anotar ningún gol. Eso sí, el 29 de junio recogió su medallita de subcampeón de Copa del Rey en el Bernabéu, aunque ese partido histórico para el Mallorca lo viera desde el palco del feudo madridista. También fue llamado por la selección olímpica francesa durante esa temporada, pero decidió no acudir para no perder la doble nacionalidad y poder jugar la liga como español. Bueno, pongamos como disculpa que había sido su primer año, el de aclimatación. Así que había que esperar al año siguiente para que ofreciera todo su potencial. A pesar de que durante el verano surgió el rumor de un posible traspaso al Español, donde Solsona lo conocía de sus tiempos del Matra Racing de París, empezó con toda la ilusión del mundo Sergio García su segundo año en el Mallorca y lo empezó con la camiseta de titular. El 5 de enero de 1992 marcó su único gol oficial con la camiseta bermellona, y lo hizo ni más ni menos que frente al F.C. Barcelona, todo un lujo. Sin embargo, la llegada de nuevos jugadores ofensivos como Stosic, Gálvez, Milojevic o Pinilla, y los malos resultados cosechados hasta la fecha por el equipo, le fueron apartando de las alineaciones, hasta que dejó de contar para Serra Ferrer. En total durante esa segunda temporada en la isla disputó 17 partidos anotando el gol anteriormente relatado. Digamos que su contribución al descenso a Segunda División no fue determinante pero sí una ayudita más. No es raro que Miquel Dalmau, nuevo propietaro del Mallorca en el verano de 1992 lo pusiera en la lista de descartes y abandonara el club.

Una vez abandonada la disciplina mallorquinista Sergio García volvió a Francia para enrolarse nuevamente en el último club en que había jugado allí, el Châtellerault. En la temporada 93/94 jugó en el Cádiz en Segunda División 5 partidos sin anotar ningún gol, equipo por el que había fichado con un contrato de tres temporadas. En el Cádiz también volvió a ser un jugador muy perseguido por las lesiones. En marzo de 1994 se hablaba de una posible rescisión del contrato del francés y de otros jugadores debido a la precaria situación financiera del conjunto andaluz. El 21 de abril el Consejo de Administración le abrió un expediente por unas declaraciones que había hecho declarando que "el Cádiz va a pagar caro lo que me ha hecho esta temporada".

Y a partir de ese momento, con Sergio García abandonando el Cádiz a final de esa temporada con 28 añitos, se pierde la pista de uno de los jugadores más enigmáticos y raros que han pasado por el Mallorca en toda su historia, el único dato cierto que me queda de él es que la temporada 96/97 jugó en el Sete F.C.de Francia.

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XLVIII Trofeo Carranza

Escrito el miércoles, 6 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Después de la Copa del Rey, la Supercopa de España y algún campeonato de Baleares del año de la pera, tal vez el Trofeo Carranza sea el más importante que decora las vitrinas del Mallorca. Vale, discutamos, ¿son más importantes los Carranzas o los Ciutat de Palma? Realmente no lo sé, pero el Carranza empezó a disputarse en 1955 y el Ciutat de Palma en 1969, con lo que tiene más solera el primero. Además, trofeos palmesanos hemos ganado seis y gaditanos solo uno. Y esta es la historia de esa victoria.

El Mallorca se dirigió a Jerez para quedarse alojado en el Hotel Guadalete a la espera de disputar los partidos del XLVIII Trofeo Carranza que se iba a disputar en Cádiz los días 9 y 10 de agosto de 2002. Gregorio Manzano, responsable técnico del conjunto isleño, no pudo incluir en la lista de los jugadores que harían el desplazamiento al veterano Miquel Soler (desde luego no iba a ser su temporada) y a Olaizola, quienes, al igual que el internacional camerunés Eto'o, se perdieron el torneo gaditano por problemas físicos. De este modo, los convocados fueron: Buades, Campano, Cortés, Cristian Díaz, Güiza, Ibagaza, Leo Franco, Lozano, Luque, Marcos, Miki, Nadal, Niño, Novo, Poli, Raúl Martín, Riera, Robles, Chichi Soler, Tuni y Lussenhoff, defensa argentino que, precisamente, fue presentado el día anterior al viaje como nuevo jugador mallorquinista procedente del Tenerife, que lo dejó marchar en calidad de cedido y con una cláusula de 4,8 millones de euros si el Mallorca cerraba el traspaso para la temporada siguiente. El programa del Mallorca, una vez aterrizado en Sevilla e instalado en Jerez, incluyó una suave sesión preparatoria para soltar músculos tras el viaje en el estadio José del Cuvillo, de El Puerto de Santa María.

El viernes 9 de agosto el Mallorca disputó la primera semifinal frente al Cádiz C.F., rememorando épicos partidos vividos en la década de los ochenta. El Mallorca ganó la semifinal por 1-4 y Manzano mandó al campo a los siguientes jugadores: Miki, Fernando Niño, Buades, Cortés, Cristian Díaz, Chichi Soler, Marcos, Riera, Raúl Martín, Tuni y Güiza. Campano entró por Raúl Martín en el minuto 63, Ibagaza por Tuni y Nadal por Buades en el 74 y Poli por Riera en el 82. Arbitró el andaluz Ariza Villanueva que expulsó al jugador local Paz en el minuto 71 por doble amonestación y al entrenador local José González en el 79. La primera mitad fue de dominio alterno y, si bien en el primer minuto pudo haber marcado David Cortés para el Mallorca, fue Pablo Paz el que adelantó a los gaditanos en el minuto 22. Empató Marcos en el minuto 26 al recoger un rechace del palo en una falta ejecutada por Chichi Soler. Se adelantó para el Mallorca Tuni en el minuto 58. Después de que el Cádiz se quedara con un jugador menos, el Mallorca sentenció la semifinal con dos goles más, obras de Campano en el minuto 85 y Poli en el 86 (sí, ¡Poli marcando un gol!).

La final estaba programada para el sábado día 10 a las 21'30 horas. El Valencia se había clasificado para la misma tras derrotar al Betis. El Mallorca formó con Leo Franco, Campano, Niño, Nadal, Poli, Riera, Novo, Harold Lozano, Robles, Ibagaza y Luque. Lussenhoff debutó sustituyendo a Niño en el minuto 46, Chichi Soler por Robles también en el 46, Marcos por Riera en el 72, Tuni por Ibagaza en el 79 y Cristian Díaz por Novo en el 92. Arbitró el andaluz Carmona Méndez que expulsó por roja directa a Poli en el minuto 90. Cuentas las crónicas, y los que vimos el partido el directo por la tele, que fue la final más aburrida de toda la historia del trofeo. La primera parte fue del Valencia de Benitez, Ayala y Serban estrellaron sendos balones en el larguero de Leo Franco. En la segunda parte se espabiló un poco el Mallorca y Luque tuvo hasta tres ocasiones claras para batir a Cañizares. Como no se movió el marcador en el tiempo reglamentario, se llegó a la tanda de penaltis. De los primeros cinco solo marcaron Soler y Lozano para el Mallorca y Fabio Aurelio y Curro Torres para el Valencia. Se decidió todo en el sexto penalti en el que Marcos marcó para el Mallorca y Marchena falló para los valencianistas. El Trofeo Carranza volaba así por primera vez hacia Mallorca.

Para la anécdota final queda que, al ser tan grande el Trofeo conquistado, no había manera de subirlo al autobús del Mallorca.

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Eduardo Abadal

Escrito el martes, 5 de mayo de 2009 · 0 comentarios

A veces el destino te pone en el lugar menos adecuado en el momento menos preciso. Es cuestión de mala suerte, no hay que buscar más excusas. Algo así le sucedió a Eduardo Abadal Almendros, portero (porque yo creo que portero se nace) nacido en Barcelona el 21 de agosto de 1967. Abadal comenzó a ponerse bajo palos, casi siempre imaginarios, en las playas de Rocafort del Vallés donde veraneaba su familia. A los ocho años entró, por mediación del Torneo Social, en la factoría del F.C. Barcelona, donde, por lo menos, le enseñaron a ser buena persona y muy compañero de sus compañeros. Claro que por aquél entonces no sabían que ese chavalín que apuntaba buenas maneras bajo palos no iba a conseguir superar el 1'76 de altura. Así que es normal que los apuntes de historia se refieran a él como un portero regular en el juego aéreo, pero ágil y con muy buenos reflejos, aunque no fuera precisamente eso lo que demostrara en Palma en un partido contra el C.D. Tenerife que nos costó no lograr el ascenso directo en la temporada 88/89.

Pero vayamos por partes, como siempre. Abadal, como se ha dicho, entró en la disciplina barcelonista a los ocho años. Fue pasando por todos los equipos del fútbol base culé, tanto es así que, con el tiempo era un asiduo en el campo del Cide, San Cayetano, La Salle y Mallorca juvenil cuando estos equipos disputaban la Liga Nacional Juvenil aún sobre campos de tierra y mal acondicionados contra equipos catalanes, entre los cuales casi siempre destacaba el F.C. Barcelona. El fútbol de otro tiempo, vamos. Quiero suponer que los ojeadores del Mallorca le echaron el ojo en esos intensos partidos disputados bajo todas las condiciones climatológicas posibles. Abadal consiguió llegar al Barcelona Amateur la temporada 87/88, militando este equipo en Segunda B. En febrero de 1989, con Ezaki Badou y Molondro lesionados, el Mallorca debe fichar de prisa y corriendo un portero de garantías. La lista de nombres que se barajan es amplia: Iru, Cedrún, Covelo, Vitaller. Parecía que el Mallorca había llegado a un acuerdo con el zaragozista Vitaller, pero el contrato por cuatro meses que le ofrecieron no acabó de convencerle, así que el gerente Toni Vidal, en una gestión rápida y ¿eficaz?, propiciada en parte por las buenas relaciones entre Serra Ferrer y Cruyff, fue a Barcelona para traerse al portero titular del Barcelona Amateur, Eduardo Abadal, el mismo día que Fernando Marcos y Juan Carlos, del Mallorca At., estaban convocados para el partido de Copa del Rey contra el Recreativo de Huelva, el 22 de febrero. Un partido en el que Marcos II se salió, deteniendo un penalti decisivo a Maraver que clasificaba a los bermellones para la siguiente ronda. Y empezó el debate: ¿el felanitxer Marcos II o el catalán recién fichado Abadal? El 26 de febrero el Mallorca se enfrentaba al Salamanca y Serra Ferrer decidió enviar al campo de titular a... Marcos II. El Mallorca gana 2-1, pero Serra Ferrer, vaya usted a saber por qué oscuros motivos, coloca a Abadal bajo palos en el partido siguiente en Sabadell el 5 de marzo. Sobre su debut, afortunado por una vez, Serra Ferrer declaró que "el chico ha estado bastante bien porque en los momentos cruciales impuso su seguridad y su fortaleza". A la semana siguiente, empiezan las cantadas, estando muy poco afortunado (para ser benévolo) en la derrota 2-3 frente a la U.D. Las Palmas. La vuelta de Ezaki Badou lo relega al banquillo, hasta que el 14 de mayo, de nuevo por lesión del marroquí, se pone bajo palos, perdiendo el Mallorca 1-0 en Jerez. El 21 de mayo también es titular en la victoria 2-0 frente al Rácing de Santander. El 28 de mayo también es titular en la victoria 0-1 en el Mini Estadi (un partido al que asistí en persona, cuatro días después de la final de la Copa de Europa entre el Milan y el Steaua). Desde luego Abadal no es el ídolo de la afición como Ezaki Badou pero, más o menos, está sacando los partidos adelante. Hasta que llega el fatídico 4 de junio y el partido contra el C.D. Tenerife en el Lluís Sitjar en el que nos jugábamos medio ascenso directo. Empezó marcando García Cortés de penalti, empató el Tenerife con un gol de tiro libre directo (primeros murmullos en la grada contra Abadal, aunque el disparo iba bien colocado) y, en el minuto 75, la hecatombe, cuando un disparo flojísimo del delantero tinerfeño Víctor se le escapa de las manos a Abadal y acaba entrando en la portería del fondo sur del Lluís Sitjar. A partir de ese error llegó la crucifixión del meta catalán por parte de la hinchada local. El portero visitante, el ex-mallorquinista Eduardo Belza, salió del campo ovacionado por los veinte mil espectadores que ese día casi habían llenado el Lluís Sitjar. Ezaki Badou lo miraba todo perplejo con su mano lesionada desde la tribuna. El domingo siguiente, en Castalia, Abadal despareció de la alineación titular del Mallorca para siempre. En total Abadal disputó 6 partidos con la camiseta rojilla, recibiendo 6 goles, que si bien no son números tan malos, sí lo son si tenemos en cuenta cómo se produjeron algunos de esos goles.

El 30 de junio de 1989, con un ascenso en su currículum, abandonó la disciplina del Mallorca para volver al F.C. Barcelona, quien lo aparcó en el Mollerussa, recién descendido de Segunda División, donde jugó dos temporadas de titular en Segunda B. En la temporada 91/92 fichó por la U.E. Sant Andreu, que había conseguido el ascenso a Segunda B. Allí jugó dos temporadas en las que los cuatribarrados se clasificaron por sorpresa para disputar la fase de ascenso a Segunda División. No tuvo suerte el Sant Andreu ni Abadal en ninguna de esas dos promociones, sobre todo en la primera, famosa por el partido contra el Lugo y el penalti escamoteado a Calderé que hubiera supuesto el histórico ascenso de los barceloneses, y no consiguió el ascenso. Así pues, en el verano de 1993, buscando nuevos retos, fichó por el Extremadura, que por entonces militaba también en Segunda B. En lo particular no le fueron muy bien las cosas por tierras pacenses ya que vivió a la sombra del ídolo local Amador. Sin embargo, en lo profesional, no puede tener queja alguna: en su primera temporada el Extremadura ascendió a Segunda A (ahora sí había conseguido superar una promoción de ascenso) y en la tercera consiguió el histórico ascenso a Primera, si bien esa temporada no llegó a disputar ningún partido con el equipo. En realidad en el Extremadura jugó tan solo 5 partidos en 3 temporadas, números de récord en negativo.

Llegado a ese punto decidió que lo mejor para el fútbol (y para él) era retirarse. Así que se casó en Extremadura y pasó a formar parte de la directiva del equipo de Almendralejo en los tiempos en que Juanito y Malpica llevaban las riendas del club.

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Mika Lipponen

Escrito el lunes, 4 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Nacido en las frías tierras de Kaarina, en el oeste de Finlandia, el 9 de mayo de 1964, Mika Lipponen fue el ariete que vino del frío y que se marchó derretido por el calor mallorquín, no tanto del público como del climatológico. Hay que recordar que en Finlandia difícilmente llegan a los 20 ºC en verano.

Nuestro querido y poco añorado rubito Mika Lipponen se formó en las filas del Turun Palloseura Turku o más familiarmente conocido como TPS Turku, club que se encuentra a menos de diez kilómetros de su villa de nacimiento siguiendo la carretera 110 y donde jugó desde el año 1981 hasta el 1985, consiguiendo 57 goles en 81 partidos. Los años 1984 y 1985, apenas superados los 20 añitos, fue máximo goleador de la liga finlandesa (sin duda un logro enorme) con 22 y 25 goles.respectivamente. Supongo que fueron esos datos los que alertaron al Mallorca de Miquel Contestí de que una figura en ciernes estaba creciendo en tierras del oeste de Finlandia. Un gol marcado a la selección española fue la última prueba que necesitaban en esa época aún huérfana de videos y estudios pormenorizados de los fichajes extranjeros. Y fueron decididos a traérselo a la isla.

Mika Lipponen firmó contrato por tres años con el Mallorca en el verano de 1985, con el club estancado en Segunda División. A finales de noviembre de 1985 ya se le había dado permiso para que se buscara otro equipo por su notable y evidente falta de adpatación al fútbol de la Segunda División y al Mallorca en particular. En total en el Mallorca disputó 9 partidos (por ahí se lee que fueron 12, pero según las fuentes que yo he consultado son solo 9) sin conseguir ver la puerta contraria ni una sola vez, sin duda, muy afectado por el calor mallorquín. Fue titular frente al Sabadell, Cartagena, Recreativo, Rayo Vallecano, Deportivo y Tenerife y salió desde el banquillo en los partidos frente al Bilbao Athletic, Elche y Murcia. El cambio de entrenador, con Benito Joanet sustituido por Serra Ferrer fue lo que le acabó de matar futbolísticamente, pues si bien con el primero iba entrando y saliendo de las alineaciones, el pobler dejó de contar con él casi de inmediato. Sin embargo, como no habíamos tenido suficiente con el finlandés, el Mallorca fichó para sustituirle a otra perla, el chileno Jorge Pindinga Muñoz.

Así pues, el finlandés errante, nuestro goleador sin goles que vino del frío, debió hacer las maletas casi antes de deshacerlas y en diciembre de 1985 ya estaba jugando en Holanda, un lugar mucho más apropiado para sus características. Fue el Twente de Enschede de la Eiredivisie quien acogió a Lipponen entre su plantilla. Allí Lipponen se hizo un nombre y un hombre, quedando para la historia como uno de los jugadores más apreciados por sus seguidores. Debutó el 22 de diciembre de 1985 en un empate a dos frente al Excelsior. Esa primera media temporada disputó 14 partidos anotando 2 goles. La temporada 86/87 disputó 31 partidos anotando 7 goles. La temporada 87/88 disputó 27 partidos anotando 10 goles. La temporada 88/89 disputó 24 partidos anotando 3 goles y su última temporada en el Twente disputó 11 partidos anotando 2 goles, temporada en la que tuvo el honor de defender los colores rojos del Twente en competiciones europeas en 2 partidos sin anotar ningún gol. En la temporada 89/90, buscando nuevas y frías emociones, fichó por el equipo suizo del FC Aarau, donde jugó en tres temporadas 31 partidos anotando 3 tristes goles en su paso por la liga Suiza. Supongo que fue esa falta de poder anotador la que le hizo volver a su tierra natal para jugar la temporada 1992 en su primer equipo, el TPS Turku, allí disputó 9 partidos sin anotar ningún gol. No contento con su trayectoria, o al objeto de ganar los últimos dolares de una carrera profesional que se agotaba, fue traspasado a un equipo de la segunda división holandesa, al BV Emmen, donde la temporada 93/94 jugó 23 partidos anotando la escandalosa cifra de 2 goles. Los números mandan: su carrera profesional estaba finiquitada. De mientras le había dado tiempo a vestir en 46 ocasiones la camiseta de la selección nacional finlandesa, anotando 11 goles, el 45º jugador con más presencias y el 14º en cuanto a anotación en toda la historia del fútbol finlandés.

Una vez abandonada la práctica profesional del fútbol Mika Lipponen sigue ligado al mismo haciendo trabajos de scouting para el Feyenoord de Rotterdam.

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Petar Kurdov

Escrito el viernes, 1 de mayo de 2009 · 0 comentarios

Petar Atanasov Kurdov nació en Plovdiv, Bulgaria, el 12 de marzo de 1961. Creció futbolísticamente en el equipo del barrio de Karshiaka, el FC Maritsa Plovdiv, tercer equipo de la ciudad tras el Lokomotiv y el Botev y por delante del Spartak. Un club por el que, por ejemplo, pasó también Hristo Stoichkov. En su juventud formó parte de las selecciones de Bulgaría, llegando a disputar el 2 de junio de 1979 la final de la trigésimosegunda edición del Torneo junior de la UEFA que perdió Bulgaría 1-0 frente a Yugoslavia. En este partido Kurdov marró una ocasión inmejorable para haber empatado el encuentro, al disparar fuera el balón cuando ya había driblado al portero yugoslavo Pudar.

La temporada 80/81 debuta en la Primera División Búlgara en el Levski Sparta de Sofía, disputando 10 partidos sin conseguir anotar ningún gol, de la mano del entrenador Hristo Mladenov. La temporada 81/82 disputa 28 partidos marcando 12 goles, marcando también 2 goles en la Copa de la UEFA frente al Dinamo de Bucarest. En la temporada siguiente, la 82/83 juega 20 partidos en los que consigue 1 único gol. La 83/84 juega 26 partidos anotando 9 goles que ayudan a que el Levski se proclame campeón de liga. La temporada siguiente, 84/85, bajan mucho sus prestaciones disputando únicamente 9 partidos con el botín de 1 gol, esa temporada su club también se proclama campeón de liga. En su debut en la Copa de Europa marca 1 gol en la famosa eliminatoria (al menos para ellos) superada contra el campeón alemán VFB Stuttgart (estamos hablando de la competición tristemente famosa por la final de Heysel entre Liverpool y Juventus). En la temporada 85/86 disputa únicamente 3 partidos con el Levski sin conseguir ver la portería rival. A partir de ese momento se me hace difícil seguirle la pista al delantero búlgaro, igual esa temporada y la siguiente las pasó fuera del Levski cedido en algún club menor, Volvió al club de Sofía para disputar la temporada 87/88 en la que anotó 11 goles en 22 partidos, ayudando a que su club volviera a ser campeón de liga. La temporada 88/89 la empezó en el Levski, con el que disputó 2 partidos anotando 1 gol, pero esos números y haber alcanzado los 27 años le permitieron salir del país y enrolarse en las filas del conjunto alemán del FSV Mainz 05 de la 2.Bundesliga, donde disputó 18 partidos anotando 2 goles. Fue justo irse él y que apareciera en escena en el club búlgaro otro delantero para sustituirle, un tal Petar Mihtarski (no sé si os suena, pero yo ya tengo post al canto).

No sé bien dónde empezó Petar Kurdov la temporada 89/90, ya que ni en el Mainz 05 ni en el Levski disputó partido oficial alguno, pero lo que sí está claro es que Serra Ferrer salía a pelea con uno o varios jugadores por temporada y, esa temporada, le había tocado a Zoran Stojadinovic pelearse con el pobler. La Junta Directiva había acordado, a medidados de diciembre de 1989, imponerle una sanción al yugoslavo de 45 días de suspensión de empleo y sueldo por una falta muy grave. El Mallorca se había puesto manos a la obra a la búsqueda de un nuevo jugador para sustituirlo, se hablaba del argentino del Independiente Marcelo Reggiardo, del uruguayo de Peñarol Juan González (sí, el mismo del Oviedo y Atlético de Madrid),  pero el que finalmente llegó fue el delantero centro del Levski Sparta de Sofía, Petar Atanasov Kurdov, más conocido como Pere por el gol sur del Lluís Sitjar. Stojadinovic fue cedido al equpo belga del Royal Antwerp. Kurdov, a su llegada a Palma en las navidades de 1989, no pudo si no hacer declaraciones a la prensa tan premonitorias como "he venido con la intención de marcar goles y de quedarme en este equipo y en el fútbol español durante una larga temporada". Luego se vio que la larga temporada acabó prematuramente el 30 de junio de 1990. También dejó perlas sobre el clima "todavía tengo que aclimatarme a la temperatura de esta isla porque vengo de una zona en la que hay entre siete y diez grados bajo cero y aquí, en cambio, el termómetro está muy por encima de cero". Dejó también una andanada sobre las costumbres españolas a la hora de comer "es una hora (refiriéndose a las 14 horas) un poco tarde para una persona acostumbrada a comer a las doce o doce y media". Como muchas de las rémoras que he analizado ya aquí, todo un prodigio de visionario.

En el Mallorca jugó 7 partidos, debutando el 7 de enero de 1990 en La Romareda contra el Zaragoza en una derrota por 1-0 sustituyendo a Albistegui en el minuto 59. En total, con la camiseta mallorquinista disputó 419 minutos y llegó a marcar 1 gol el 11de marzo en el partido que enfrentaba al Mallorca con el Logroñés en el Sitjar y que acabó con goleada 3-1 (para lo poco que acostumbrábamos esa temporada a ver goles esa temporada, lo pareció), al rematar de cabeza, anticipándose a Luis Islas, un preciso centro de Álvaro. Gol, que como se puede comprobar en el titular de prensa, fue acogido con cierto "cachondeo". Su carta de presentación era la de ser un delantero fuerte, con buen disparo desde la media distancia que había sido 7 veces internacional A por Bulgaria, en donde encontraba una fuerte competencia con los Sirakov, Iskrenov y compañía. Durante su corta estancia en el Mallorca sufrió constantes contratiempos físicos que le impidieron rendir a su mejor nivel (¿?), desde un cierto sobrepeso al llegar, a molestias en los abductores que le retrasaron el debut, pasando por alguna que otra contractura muscular y ciertas molestias en la rodilla. Excusas claras que le impidieron triunfar en la isla, por supuesto.

Al abandonar la disciplina bermellona se pierden sus pasos durante algunos años. Tal vez se fuera a la montaña de ermitaño, vete a saber. Se sabe que fue entrenador del PFC Belasitza Petrich, pero no sé exactamente en qué temporada (mis conocimientos del idioma búlgaro son nulos, queridos amiguitos). En la temporada 01/02 es el entrenador del Botev Plovdiv, un puesto de trabajo cómodo y tranquilo, sin salir de casa. En la temporada 04/05 toma las riendas como entrenador del PFC Spartak Varna tres días antes del inicio del campeonato, aunque no termina la temporada en ese banquillo.  En noviembre de 2008, su nombramiento como director deportivo del Lokomotiv de Plovdiv fue altamente contestado por los hinchas de ese club que intentaron entrar en el campo y suspender el partido contra el Lokomotiv Mezdra, ya que había sido jugador (sería después de abandonar el Mallorca o en una de esas temporadas intermedias, no sé bien, si alguien más iluminado que yo lo sabe, que lo diga en los comentarios) y entrenador del rival ciudadano, el Botev. Kurdov declaró en su presentación que "no soy un fan del Lokomotiv, pero soy un profesional que quiere hacer bien su trabajo, pido a los aficionados tolerancia". No la tuvo y debió abandonar el cargo. Al menos dejó algo positivo al fútbol y es que su hijo, Atanas Kurdov, que jugaba en los equipos inferiores del Levski y es internacional sub-21 búlgaro, fichó en 2007 por el Bayer Leverkusen por 350.000 Euros para cuatro temporadas, aunque desde diciembre de 2008 juega cedido en el FC Winterthur de Suiza.

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¿Tienes algún listado antiguo? ¿Eres algún ex-jugador? ¿Eres familiar o conocido de alguno? Puedes contactarme por cualquiera de los métodos antes descritos.


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Sobre esto

NO PUEDO ASEGURAR UN RITMO CONSTANTE DE ESCRITURA, HAGO LO QUE PUEDO CUANDO PUEDO. PACIENCIA. SALUD.


Hay cosas que intento olvidar pero no puedo. Mi memoria me persigue. Soy seguidor del Real Club Deportivo Mallorca desde el año 1980. Soy tan idiota que soy capaz de recordar goles, alineaciones, partidos y anécdotas varias de todos estos años. Mi novia dice que si hicieran un concurso sobre la historia y anécdotas del Mallorca lo ganaría sin ninguna duda. Pero yo creo que hay gente que sabe mucho más que yo. Y, además, soy tan tonto que mi única pena es no haber visto jugar a mi equipo en la mítica campaña de Tercera División. Yo me incorporé en Segunda B, aunque de niño recuerdo haber visto mi primer partido en el Lluís Sitjar el 26 de mayo de 1974, un famoso (¿solo para mí?) Mallorca - 1 Burgos - 0 de la última jornada de esa temporada en el que nos jugábamos salvarnos de la promoción de descenso a Tercera Divisón. Aunque tengo buena memoria, para algunas fechas y datos tengo que tirar de hemeroteca. Espero que disfrutéis conmigo de este viaje por mi historia ...

¿Un partido memorable?

Nick Hornby, en su libro "Fiebre en las gradas", radiografió perfectamente los 7 ingredientes que un partido de fútbol puede tener para que pase a tener la consideración de memorable y pase a engrosar la lista de partidos que se recuerdan para siempre. Puede aparecer un solo ingrediente o varios juntos.
1. Goles. Tantos como sea posible que uno recuerda mejor un 7-1 que un 1-0.
2. Lamentables errores arbitrales. Y mejor que mi equipo sea la víctima de los mismos, le da más dramatismo.
3. Un público bullicioso. Por ejemplo, el calor de la grada al remontar un 0-2 es algo incomensurable.
4. Condiciones meteorológicas adversas. El barro, la lluvia, el frío extremo hacen los partidos más heróicos.
5. Que el rival falle un penalti. Y si es decisivo, mejor.
6. Que un jugador contrario sea expulsado. Siempre que no sea demasiado pronto, porque esas deslucen el partido.
7. Algún tipo de incidente desgraciado. Y aquí entramos en un resbaladizo terreno moral.

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