Cuando hablamos de partidos amistosos del Mallorca, uno de los que, por especial, nos viene a la cabeza de inmediato es el disputado el 30 de mayo de 2000 frente a la Selección Alemana. Lógico. Algunos, más carcas o más leídos, recordarán un Trofeo Ciudad de Zamora en 1980 y creerán recordar al Mallorca derrotando a la Selección de Bulgaria en dicho evento. Sin embargo, este es un recuerdo falso, uno de esos errores que alguien escribió una vez (empezando por la prensa de la época y siguiendo por los libros de historia) y que han perdurado en el tiempo. El Mallorca, en ese trofeo, a parte de contra el equipo local, Zamora C.F., se enfrentó al P.F.C. Slavia Sofia (venciendo 1-0 con gol de Mir) y no a la Selección de Bulgaria.
Sin embargo, acertamos si decimos que el partido frente a la Selección de Alemania no fue el primero que el Mallorca disputó frente a una Selección Nacional. El 29 de febrero de 1971, el Lluís Sitjar acogió un partido amistoso entre el equipo decano y la Selección de Noruega. Los nórdicos habían venido a Mallorca en busca de un clima cálido que les permitiera preparar sus siguientes compromisos amistosos frente a Albania y Alemania Occidental y, a medio plazo, la fase de clasificación para la Eurocopa de naciones, en la que debían enfrentarse a Bulgaria, Francia y Hungría. Su entrenador era Oeivind Johannessen, uno de los mejores porteros de la historia de su país. Hasta Mallorca desplazaron a 17 jugadores y, como el propio entrenador reconocía, a parte de entrenar en dos sesiones diarias de dos horas de duración cada una en el Lluís Sitjar y en el campo de la Federació Balear de Fútbol (el actual Miquel Nadal), pensaban hacer un poco de turismo por la isla de la calma. El campeonato noruego no empezaba hasta mediados del mes de abril, por lo que los jugadores noruegos prácticamente empezaban su pretemporada en Mallorca.
Así pues, ante un desangelado Lluís Sitjar con una presencia escasísima de espectadores, se enfrentaron el Mallorca de Juan Carlos Forneris con la Selección de Noruega en ese frío (para nosotros) jueves de febrero. La selección nórdica formó con Haftorsen (Karlson), Pettersen, Johansen, Hetloen, Slinning, Bornö, Spydevold, Kviat, G. Olsen, Fuglset (Christophensen) y K. Olsen (Lindseth). El Mallorca se presentó con Heredia, Muñoz, Mariano, García Temprano, Victoriero, Alfaro Martínez, Errandonea, Moya, Cano, Quirós y Roselló. También jugaron Luis y Roig. Bajo la dirección arbitral del balear Antonio Rigo, el Mallorca no tuvo problemas en superar a los noruegos por 3-0. Aún así el primer gol no llegó hasta el minuto 65, por obra de Quirós. Dos minutos más tarde, en el 67, Spydevold se anotaba el segundo en propia puerta y, por último, en el minuto 76, el delantero Cano anotaba gracias a un fuerte disparo desde fuera del área. Decir también, como incidencia del partido, que el árbitro se vio obligado a expulsar al defensa noruego Hetloen en el minuto 75 por dar una patada alevosa al delantero mallorquinista Roselló. Hablan las crónicas del partido de una mediocridad total por parte de los, en teoría, mejores jugadores de Noruega. Las hordas mallorquinistas, más en la segunda parte que antes del descanso, superaron en todo (iniciativa, dominio, profundidad y clase) a sus afamados adversarios. No tuvo más historia dicho partido que la anécdota de ser la primera vez que el equipo decano se enfrentaba a una Selección Nacional absoluta.