Desde su fundación en 1916 el Mallorca ha disputado incontables partidos amistosos. Partidos de pretemporada, partidos en mitad de la temporada que servían para probar nuevos jugadores, o, más habitualmente, típicos partidos de entreno "de los jueves" en los que el entrenador probaba la alineación del domingo siguiente. El fútbol moderno, mucho más plagado de partidos y competiciones interminables, y una visión más moderna del entrenamiento en el fútbol, han hecho que estos partidos hayan prácticamente desaparecido.
Mallorca era un enclave perfecto para esos partidos amistosos. El clima apacible hacía de nuestra isla un destino apetecible para muchos equipos, especialmente ingleses, alemanes (¿cuántas veces vino el Colonia a Mallorca?) y centroeuropeos en general. En esas estábamos en febrero de 1979... bueno, no. En realidad estaba el Mallorca al borde de la desaparición, o peor aún, de la fusión con el Atlético Baleares, hundido en la clasificación de Tercera División, con jugadores amateurs, muchos de ellos cedidos por terceros equipos ya que estaban cumpliendo el servicio militar en la isla y entrenaban cuando buenamente obtenían permiso en el cuartel, cuando el todopoderoso AFC Ajax fue anunciado como rival del Mallorca en un partido amistoso programado para el 7 de febrero de 1979. En este duelo se iba a disputar el "Trofeo Corberó".
La prensa anunció el día anterior que el Mallorca alinearía a algún jugador del equipo Austriaco Lask Linz, que también estaba por la isla, para que el choque no estuviera, en principio, tan desnivelado. Así mismo el partido fue aprovechado por el entrenador barralet, Enrique Agustí, para probar varios jugadores que pudieran reforzar al equipo hasta el final de temporada. De entre ellos destacaba un centrocampista de origen argentino y nacionalidad española, Russo, que al parecer tenía hasta la ficha firmada, aunque finalmente no llegó a formalizarse nunca. El Mallorca alineó a Javier, Verdiell, Luis, Selu, Calero, Constantini, Russo, Parera, Ceca, Vukhsinovic y Kociberger. También jugaron Choquet, Bauzá, Campoy y Koch. Tenemos en la alineación a Javier, Verdiell, Luis, Selu, Calero, Parera, Ceca, Bauzá y Campoy que estaban fichados por el Mallorca; Russo y Choquet estaban a prueba; Constantini, Vukhsinovic, Kociberger y Koch fueron cedidos por el Lask Linz. Los holandeses, por su parte, alinearon a Schrijvers, Meutstege. Everse, Lerby, Clarke, Arnesen, Tahamata, Schoenaker, Meyer, Zwambor y Erkens. También jugaron Kaiser y Lamain.
En los primeros minutos del partido pareció que el Ajax iba a golear sin piedad al Mallorca. La primera vez que se podía observar en el Lluís Sitjar el llamado "fútbol total" de los holandeses, estos no dejaban ni respirar a los mallorquinistas, con un juego no exento de fuerza y una velocidad de ejecución lejos de la que exhibían los jugadores locales. La primera parte acabó 0-3, con goles a los 6 minutos del danés Soren Lerby, a los 13 de Clarke (de penalti) y a los 27 de Meyer. Si algún jugador se había distinguido durante la primera parte fue, a parte del portero local Javier, el holandés Tahamata, originario de las Islas Molucas y que, de hecho, debutó con la selección orange a penas un par de meses después de este amistoso. En la segunda parte el Mallorca dio un poco más la cara, liderados por Campoy y Choquet. El Mallorca redujo distancias en el marcador merced a un penalti transformado por Luis, dejando el marcador al final en un honroso 1-3. Para acabar la crónica, hacer mención al árbitro, que fue el mallorquín Servera.
Veinte años después fue el Mallorca el que consiguió vencer 2-0 al Ajax. En partido de Copa de la UEFA. ¿Cuál de los apenas 1500 espectadores que estuvieron ese 7 de febrero de 1979 en el Lluís Sitjar se lo habrían creído si se lo cuentan esa noche?