Francisco Buyo Sánchez nació el 13 de enero de 1958 en Betanzos, un pueblo a veinte kilómetros de A Coruña. Contaba él que de pequeño se ponía detrás de la portería para recoger los balones que iban fuera y que solía hacer buenas palomitas en esos lances. Inició su carrera futbolística en los infantiles del
Ural, equipo en el cual jugaba a veces de extremo; luego jugó en los juveniles de
La Coruña y del
Bergantiños. Su fichaje por el
Mallorca fue anunciado el 12 de agosto de 1975. El
Mallorca pagó al
Bergantiños por su pase 100.000 pesetas, que serían aumentadas en 200.000 pesetas si el
Mallorca lo traspasaba a otro equipo.
Buyo cobraría 1 millón de pesetas de ficha y 12.000 pesetas mensuales.
Buyo llegó al
Mallorca por mediación del jugador
Platas (que era de su mismo pueblo) y de
Amador, al primero le llegaron rumores de que el
Mallorca buscaba un portero y el defensa mallorquinista no dudó en señalar a
Buyo como posible fichaje. El
Deportivo de la Coruña no había conseguido llegar a un acuerdo con él para su fichaje. En la primera plantilla del
Mallorca, recién descendidos a Tercera División y entrenada por
Manolo De la Torre, compartiría portería con
Alfonso y
Arregui.
El Atlético de Madrid intentó su fichaje a finales de octubre por mediación, otra vez, del ex jugador Amador. El Mallorca pidió 3 millones de pesetas a los colchoneros que, lógicamente, desistieron de su contratación. A principios de noviembre de 1975 se hizo un poco de luz en su trayectoria en el Mallorca ya que coincidieron su debut en liga el día 2 frente al Levante en el Lluís Sitjar, en un partido que acabó en empate a 2, con una llamada del seleccionador juvenil Biosca para participar en un entreno en Madrid el día 6 de noviembre para preparar la Copa Príncipe Alberto de Mónaco. El entreno consistió en un partido amistoso frente al Castilla y Buyo ocupó la portería de la selección juvenil durante la segunda parte del partido. Sin embargo, una fisura de tibia le impidió debutar oficialmente en la selección juvenil y participar en dicha competición.
De la Torre le otorgó la confianza en la portería a
Alfonso, un jugador que había traído él del
Ibiza, siendo
Buyo relegado a jugar con el equipo filial, con el que se proclamó campeón de Baleares. También fue el portero titular de la selección Balear juvenil que disputó, con poca suerte, el Campeonato de España de Selecciones Juveniles, aunque la selección Balear no consiguió superar la primera fase, cayendo, por ejemplo ante Cataluña por 3-0 el 31 de enero de 1976 con
Buyo bajo palos. Además la clasificación parecía darle la razón al entrenador ya que el
Mallorca a falta de 10 partidos se encontraba tan solo a 2 puntos del líder.
De la Torre era un entrenador al que le gustaba más un micrófono que a un tonto un lápiz y llegó a declarar públicamente que
Buyo "
era mejor que buscara otro oficio porque no servía para el fútbol".
Sin embargo la situación económica del Mallorca era desesperada. Se adeudaban nóminas a los jugadores que amenazaban con plantes, la luz y el teléfono estaban cortados, tras un partido disputado en Vinaroz en equipo debió dormir en el aeropuerto al perder el avión y no tener dinero para pagar un hotel. Con todo este panorama era imposible que el Mallorca funcionara deportivamente. Y así ocurrió. El Mallorca se alejó de toda posibilidad de ascenso y De la Torre decidió que los tres últimos partidos de liga se alineara Buyo como titular. Esos tres partidos acabaron con derrota: 2-1 en Vinaroz (23/05/76), 1-2 frente al Mestalla (30/05/76, con lluvia de almohadillas al finalizar el encuentro y un turbio asunto de maletines de por medio) y 1-0 en Villarreal (06/06/76).
Hasta aquí contamos 4 partidos de Paco Buyo como titular en el Mallorca. Las historias del club hablan de 5 partidos. El quinto partido, que sería cronológicamente el segundo, pudo haber sido en el campo del Gandía, el 11/04/75, en un partido que el Mallorca perdió 4-2 y en el que podría haber sustituido al portero titular Alfonso en el último tramo del partido.
Harto de su situación en Mallorca, donde subsistía básicamente gracias a la ayuda que le ofrecía Amador en su restaurante "La Casa Gallega" y visto que tenía ficha de aficionado, decidió volverse a su casa, junto a sus padres fichando por el Deportivo de la Coruña. El resto de la historia ya es conocido por todos.
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