Jorge Doval Vázquez, nacido el 14 de febrero de 1949 en Buenos Aires, jugaba de delantero. Jorge Doval siempre fue una caja de sorpresas. Sus reacciones eran del todo imprevisibles cuando, como jugador de fútbol, estaba en activo y lo seguían siendo años después de que se le diera como retirado de los rectángulos de juego. En Mallorca se le conoció como el "loco" Doval, aunque ese sobrenombre era el de su hermano, Narciso Horacio Doval Vázquez, que se nacionalizó brasileño y fue ídolo de Flamingo y Fluminense. Había aterrizado en el Mallorca en el verano de 1971, concretamente el 29 de agosto, procedente del Platense y estuvo en la plantilla mallorquinista, en una primera etapa, hasta noviembre de 1973. En el Mallorca, entre otros incidentes, fue protagonista en las navidades de 1972, al negarse a regresar al club (se había marchado a pasar las fiestas en Argentina sin permiso del club) si no se le abonaba todo lo que se le debía, motivo por el que fue denunciado por el Mallorca ante la Federación Española de Fútbol el 26 de diciembre; volvió a Mallorca el 15 de enero y todo se saldó con una multa de 100,000 pesetas. Luego pasó por el Elche, Sant Andreu y Poblense para volver al Mallorca, posiblemente a cerrar su carrera, en marzo de 1978 y hasta el final de esa temporada.
No he encontrado grandes cosas sobre su vida entre ese verano de 1978 y el verano de 1987. Sin embargo, quiero contaros la historia de su verano de 1987, relatada por él mismo. Toda una odisea.
"Estuve en mi país para visitar a mi familia y preparar unos exámenes del selectivo para el título de entrenador. También participé en varias pruebas de triatlón, en Brasil y Uruguay. Cuando los exámenes para técnico me fueron mal, se me ocurrió la idea de volver a jugar al fútbol en calidad de jugador [tenía ya 38 años]. Volví a Europa y estando en Austria entré en negociaciones con los directivos del Breguenz Dortuitz, un equipo de Segunda, pero estaba cerrada la contratación de extranjeros. El entrendor, que es alemán, me recomendó al Bayern Munich y estuve a prueba con el filial. No fiché porque el deseo del Bayern era contratar a jugadores jóvenes. Fui luego a probar con el Munich 1860, de Segunda División, pero el entrenador, que es yugoslavo, prefirió tener en calidad de extranjeros a jugadores de su país, pero me subrayaron que interesaban mis servicios para la próxima temporada".
Regresa luego a España y entra en contacto con Roberto Gil, secretario técnico del Valencia. Di Stefano le sometió a pruebas por espacio de una semana, pero tampoco se produjo el fichaje.
"Me fui después a Alicante e intenté que me contratara el Elche, equipo al que ya pertenecí. Me alinearon en un amistoso contra un equipo noruego y conseguí el gol del empate. No me fichó el Elche, pero se interesaron por mis servicios los noruegos y me ofrecieron un contrato de cuatro meses, que no acepté por las condiciones económicas".
Hay que hacer constar que Jorge, durante su andadura, se presentaba a veces como un hermano menor; en otras decía que era Jorge Vázquez, haciendo uso de su segundo apellido.
"Para aparentar mayor juventud hasta me di tinte a algunas canas que ya peino. De Elche viajé a Cartagena, con cuyo equipo jugué otro amistoso, quedando con los directivos que me informarían si me quedaba o no. Y mientras, me fui a la feria de Sevilla y me ofrezco al equipo sevillista. Hablé con el secretario técnico, Blanco, y fui sometido a una prueba con el Sevilla Atlético. Entré poco después en negociaciones con el Betis y uno de los técnicos me recomendó al Jerez, con cuyo club quedé en reanudar mis negociaciones en la venidera temporada".
No se acaba aquí la odisea de Jorge.
"No, porque marché seguidamente hacia Cádiz. Hablé con el presidente, pero estando en la ciudad gaditana me reconoció Roque Olsen, a cuyas órdenes había estado en el Elche. El técnico descubrió que yo era Jorge Doval y no mi hermano menor, ni Jorge Vázquez".
Entró luego en negociaciones con el Eldense.
"Estaba allí el entrenador Dauder, que igualmente descubrió mi verdadera identidad, de cuando estuve en la plantilla del Mallorca. No arrojaría aún la toalla, no; porque me fui a probar con el Sabadell, con el que jugué un nuevo amistoso en Balaguer. Pero el entrenador, Martínez, dijo que mis características como jugador no se adaptaban a las necesidades del equipo, porque lo que realmente buscaban era un delantero rompedor".
Lo único positivo logrado era que seguía en pie la oferta que recibió para jugar en Oslo. Pero lo que quería era no abandonar el territorio español. Mientras tanto, se ganaba la vida como profesor de tenis y era aspirante a conseguir el título nacional de entrenador de fútbol.
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